Todo comenzó la semana pasada con un comentario de Chad Ford, prestigioso periodista de ESPN.com especializado en la NBA. "Los Minnesota Timberwolves están esperando que un equipo llegue y les ofrezca un veterano impactante –alguien como Pau Gasol, Monta Ellis e incluso JaVale McGee– por su elección en el número 2 del draft –previsiblemente el ala-pívot de Arizona Derrick Williams–", que tendrá lugar el jueves que viene en Nueva Jersey, escribía Ford.
Pero la cosa no querdaría ahí porque, además, los Timberwolves deberían traspasar a otros tres jugadores más para igualar salarios, a elegir de entre Michael Beasley, Anthony Randolph, Martell Webster, Jonny Flynn, Anthony Tolliver, Nikola Pekovic y Darko Milicic.
Ahora, varios días después, en los mentideros de la NBA no creen tan descabellada la posibilidad de que Pau Gasol pueda acabar jugando en los Timberwolves junto a su flamante fichaje, el también español Ricky Rubio.
La realidad es que si Minnesota quiere que el de Sant Boi milite en sus filas, tendrá que hacer encaje de bolillos con los salarios de la plantilla porque se le descuadrarían completamente, según recuerda Marca. Y los Lakers, evidentemente, querrían a un hombre alto con capacidad anotadora y reboteadora para suplir al Pau, uno de los mejores jugadores de la liga y nombrado para el Segundo Mejor Quinteto de la NBA en 2011.
Ahí entraría en juego la baza de Kevin Love, informa As. Minnesota no quiere traspasar en principio a su estrella, de sólo 22 años y que acaba de ser máximo reboteador de la NBA con unos promedios tremendos –20,2 puntos y 15,2 rebotes por partido–. Pero lo cierto es que el californiano tampoco parece feliz en la fría Minneapolis ni comprometido a largo plazo con el proyecto, lo que podría abrirle la puerta de Los Ángeles.
Además, hay que tener en cuenta otros detalles que complican sobremanera la operación. Love cobra 3,6 millones de dólares por los 17,8 millones que percibe el español, lo que significa que otros jugadores tendrían que volar a California para igualar el traspaso desde un punto de vista económico.
Cualquier acuerdo entre las dos franquicias parece muy difícil a día de hoy, particularmente tras las manifestaciones de los Lakers haciendo ver que desean mantener el núcleo del equipo unido, con Kobe Bryant y Pau Gasol a la cabeza, pese a la marcha del veterano técnico Phil Jackson. El conjunto de púrpura y oro, ahora con Mike Brown en el banquillo, deberá dar un giro radical después del varapalo sufrido en los play-offs al caer por 4-0 en semifinales de la Conferencia Oeste ante los Dallas Mavericks, a la postre campeones.