Daniel Gimeno-Traver claudicó hoy a los pies del Andy Murray, encarnación de la esperanza británica en el tenis y cuarto favorito en el torneo de Wimbledon, que lo sentenció por 4-6, 6-3, 6-0 y 6-0 en un partido celebrado al completo bajo el techo de la pista Central.
En dos horas y cinco minutos, Murray se deshizo del tenista de Valencia para disputar la segunda ronda frente al ganador del envite entre el alemán Tobias Kamke y el eslovaco Blaz Kavcic, que tienen previsto medirse el martes, informa EFE. Fue la segunda vez que Gimeno-Traver, que seguirá en Londres para jugar el torneo de dobles junto a Pablo Andújar, cae ante Murray, después del castigo recibido ya en el torneo de Valencia en 2009.
Gimeno defendió con honor el primer set, que se anotó con algunas dificultades pero ante la sorpresa del público, absolutamente entregado al héroe británico. "(Daniel) estaba sirviendo muy bien. Ha sido duro al principio, él estaba jugando muy bien. Luego cambié la mentalidad. Además, ya había contra él antes y he estado practicando", explicó Andy Murray al término de su duelo.
En la primera manga, su rostro denotaba sufrimiento, como el vivido el lunes pasado en la final de Queen's -suspendida el domingo por las lluvias- ante el francés Jo-Wilfried Tsonga, último que había arrebatado un set a Murray. Daniel Gimeno-Traver defendía cada bola de rotura que le imponía el escocés. Le dio resultado inicialmente, pero poco a poco se desinfló y empezó a ceder a la presión del local a partir del segundo parcial.
Para Daniel era todo nuevo. La Central de Wimbledon y su techo, la ausencia de viento que éste permitía, una temperatura más húmeda de lo habitual en este torneo y bastante eco. A todo se puso a prueba ya Murray el 29 de junio de 2009, cuando estrenó junto a Stanislas Wawrinka la compleja cobertura inaugurada aquel año, bajo la que le costó ganar a su rival de entonces.
En esta ocasión tenía ante sí al número 52 del mundo, que nunca ha vencido a ninguno de los "top 5". En presencia de su madre y su novia, Murray, fue mejorando el nivel de su juego conforme avanzaba el partido y complicando más la existencia a Gimeno-Traver.
Una prueba de fuego llegó para ambos el español en el octavo juego del segundo set, cuando vio a su adversario disfrutar de dos bolas de rotura. Ya en la primera, Murray sacrificó el servicio de Gimeno y se encaró hacia la victoria. La tercera manga habla por sí sola. Murray ni siquiera le dejó firmar un sólo juego al rival, que además tuvo que requerir la atención de un masajista para quitarse las molestias que lo acusaban en su pierna derecha.
El campeón de este año en Queen's, antesala de Wimbledon, arrancó el cuarto set con la mismo contundencia, decidido a terminar lo antes posible para no agotarse innecesariamente en su debut. Cerradas ya el resto de las pistas por la lluvia que mojó Londres durante dos horas, la Central que reunía a Gimeno-Traver y a Murray era la única con actividad a última hora del día y permaneció cubierta pese al cese de las precipitaciones.
Andy Murray, que en sus últimas dos apariciones en Wimbledon llegó hasta semifinales, se acomodó a la hierba del All England Club hasta el punto de cerrar el partido con dos sets en blanco para el español (tercero y cuarto). El autor de esa hazaña corresponde a uno de los cabeza de serie más temidos en este momento y es en quien confían los británicos para levantar el primer trofeo de Wimbledon desde que Fred Perry lo ganara en 1936.
Gimeno-Traver roba un set a Murray
Durante varios minutos, el español ha puesto en aprietos al ídolo local.
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