El fichaje de Cesc Fàbregas por el Barcelona está al caer. El jugador de Arenys de Mar, que ya ha alcanzado un preacuerdo con los azulgrana después de ver cómo Arsène Wenger, esta vez sí, está facilitando su salida, podría convertirse oficialmente la próxima semana en el primer refuerzo del Barça para la temporada 2011/12.
Aunque el Arsenal sigue pidiendo 45 millones de euros por el traspaso de Cesc y no quiere incluir jugadores culés en la operación –se había hablado de Bojan Krkic y Thiago Alcántara–, el club que preside Sandro Rosell cree que finalmente puede conseguir el fichaje por unos 35 millones.
El representante del jugador, Darren Dean, llegará el sábado a Barcelona mientras que Cesc lo hará el lunes. Para entonces Sandro Rosell ya estará de regreso en la Ciudad Condal después de haber pasado unos días en Brasil.
Las negociaciones se retomaron el pasado miércoles, el mismo día que el vicepresidente económico del Barcelona, Javier Faus, revelase que el club sólo tiene 45 millones de euros para afrontar los fichajes del verano. Una estrategia para advertir a los gunners de que no tirarán la casa por la ventana en el fichaje de Fàbregas, que está dispuesto a rebajarse el sueldo y volver al equipo azulgrana con el único fin de conquistar títulos.
Resignado a la salida de su capitán, Wenger ya ha puesto su mirada en otro futbolista que llevaría el mando de la nave del Arsenal. Según informa Marca, se trata de Scott Parker (Aston Villa), elegido mejor futbolista inglés de la temporada 2010/11 por la Asociación de la Prensa inglesa.