Ronaldo Nazario ha sido el gran protagonista en el amistoso que la selección brasileña ha disputado contra Rumanía en el estadio Pacaembú de Sao Paulo, resuelto con victoria de los locales por 1-0 gracias a un gol de Fred en el minuto 21. El exjugador del Real Madrid, Barcelona, Inter de Milán y PSV Eindhoven, entre otros equipos, ha disputado su último partido con la verde amarela, después de que a los 30 minutos de la primera mitad saltara al terreno de juego en sustitución de Fred.
El Fenómeno jugó sólo un cuarto de hora y en ese tiempo dejó destellos de calidad y puso en aprietos al equipo rumano. Para ello contó con la colaboración de Neymar y Robinho, que se encargaron de surtirlo de balones.
"Disculpen, tuve tres oportunidades de gol y no conseguí marcar aquí", decía Ronaldo en su discurso de despedida ante los cerca de 30.000 espectadores que se dieron cita en el estadio Pacaembú. Pero el público se lo perdonó a R9, que tuvo que colgar las botas el pasado mes de febrero, a los 34 años, por las constantes lesiones y un problema de hipotiroidismo evidente en su sobrepeso.
"Muchas gracias por todo lo que hicieron por mí en mi carrera, por aceptarme como soy, por haber llorado cuando lloré. Cuando sonreí, ustedes sonrieron. Sólo tengo que agradecer, desde el fondo de mi corazón, a todo el pueblo brasileño por todo el amor que me dio. Hasta pronto... pero esta vez será fuera de los campos", decía Ronaldo emocionado en un breve discurso en el centro del terreno de juego del Pacaembú.
El delantero, que ha marcado con la selección brasileña un total de 67 goles en 105 partidos, se llevó un gran aplauso por parte del público en el descanso, justo después de disputar sus últimos minutos con la canarinha. Fue entonces cuando el árbitro argentino Sergio Pezzota le dio el balón del partido al jugador, que se llevó la cerrada ovación de los jugadores brasileños y rumanos que formaron un pasillo.
Envuelto en la bandera de Brasil que le lanzó un aficionado desde la grada y al compás de la samba de los altavoces del estadio, Ronaldo dio un par de vueltas al campo escoltado por sus dos hijos varones, Ronald y Alex, y por quince jóvenes con el uniforme de Brasil que portaban estandartes en los que se recordaba cada uno de sus quince goles en los mundiales.
Ronaldo Nazario dio las gracias a sus hinchas, lanzó besos a la grada y se fue aclamado por los aficionados como lo que es, uno de los más grandes de la historia del fútbol mundial. El nueve de la selección brasileña por antonomasia.