El Celta de Vigo ha conseguido una mínima ventaja (1-0) que sabe a gloria para el partido de vuelta en el primer partido del play off de ascenso a Primera División. En un partido igualado y casi sin ocasiones, el conjunto celeste aprovechó mejor sus acercamientos al área rival. Al Granada le tocará intentar la remontada en Los Cármenes el próximo sábado.
La primera parte fue una batalla táctica. El técnico gallego del Granada, Fabri González, demostró tener muy bien estudiado a su rival. No le importó cederle el control del juego al Celta y esperar atrás, con las líneas muy juntas, para buscar crear peligro al contraataque.
La importancia de no encajar gol también ayudó a que ninguno de los dos arriesgase. Así, el Celta únicamente asustó al Granada cuando Quique de Lucas y Trashorras aparecieron; los visitantes cuando los errores de los jugadores celestes le permitieron salir al contragolpe.
Precisamente, de un fallo del central Andrés Túñez nació la mejor ocasión de la primera parte para el Granada, pero el potente disparo de Dani Benítez se marchó ligeramente desviado. En los últimos minutos del primer acto, el Celta se estiró. Un mal despeje de Iñigo López dejó un balón muerto en su área, pero el remate de Quique de Lucas se marchó cruzado. Poco después, en el minuto 42, Roberto se lució a sendos disparos de Trashorras y De Lucas.
Con el paso de los minutos, ya en la segunda parte, los de Fabri se dieron cuenta que los vigueses habían bajado una marcha. Era otro partido, mucho más abierto. El Granada pudo adelantarse en el minuto 67, pero el remate de cabeza de Siqueira lo evitó, casi en la línea de gol, su compañero Orellana.
El Celta estaba sufriendo, por lo que su técnico se vio obligado a mover ficha. Cambió al tridente ofensivo para ganar frescura con la entrada de Aspas, Abalo y Michu. Y vaya si la encontró. Entre los tres se inventaron una jugada, a falta de trece minutos, que permite a su equipo dejar encarrilada la eliminatoria, ya que en los últimos minutos Yoel evitó el tanto de Lucena.