El presidente de la FIFA ha asegurado que las Copas del Mundo de 2018 y 2022, que organizarán Rusia y Qatar, respectivamente, "no están manchadas" y ha pedido "unidad" y "solidaridad" en el Congreso que se celebrará el martes y el miércoles. Blatter ha salido, de esta forma al paso, de las acusaciones de corrupción que han salpicado a la elección de las sedes del Mundial, especialmente la de Qatar.
El dirigente suizo ha informado también de que el Comité de Ética ha confirmado que "no existen elementos para abrir un procedimiento" a cuatro dirigentes (el paraguayo Nicolás Leoz, el brasileño Ricardo Teixeira, el trinitense Jack Warner, y el tailandés Worawi Makud) acusados de corrupción.
Warner, no obstante, sí ha sido inhabilitado para toda actividad relacionada con el fútbol de ámbito mundial, en otro expediente abierto por el Comité de Ética. "En el Congreso, tenemos que tener unidad y solidaridad y mirar a los cuatro años que tenemos por delante. No será una tarea fácil, pero tenemos que hacerlo", ha dicho Blatter en una conferencia de prensa, al término de una reunión del Comité Ejecutivo de la FIFA.
El dirigente suizo ha sostenido que esa muestra de cohesión institucional será en favor de los seguidores del fútbol y de la percepción de este deporte en el conjunto de la sociedad.
Blatter acudirá este miércoles al 61 Congreso de la FIFA como candidato único para un cuarto mandato, el corolario de un proceso electoral que ha estado salpicado de escándalos provocados por denuncias cruzadas entre los representantes de las instancias directivas de la entidad, informa EFE.
Su único rival, el qatarí Mohamed Bin Hammam, retiró ayer su candidatura, luego de que el Comité de Ética le abriese un procedimiento tras recibir una denuncia del secretario general de la CONCACAF, Chuck Blazer, que le acusaba de supuestos sobornos para comprar votos en el Congreso del miércoles. En esa denuncia, Blazer también involucró al vicepresidente de FIFA, Jack Warner.
Anteriormente, la prensa publicó informaciones en las que se acusaba a Bin Hammam de haber pagado dinero para asegurar votos a favor de la candidatura de Catar como sede del Mundial de 2022, sobre lo que Blatter dijo hoy que las instancias correspondientes de la FIFA no habían encontrado evidencias.
El presidente de la FIFA ofreció una conferencia de prensa que subió de tono por la insistencia de algunos periodistas en intervenir sin que se les hubiese dado la palabra, por el tiempo limitado para las preguntas, lo que irritó visiblemente a Blatter. "No estamos en un bazar, sino en la casa de la FIFA", llegó a espetar el dirigente deportivo.
Sobre la convivencia dentro de un Comité Ejecutivo en el que unos denuncian a otros, recordó que él no elige a los miembros de esta instancia y que Estos son representantes de las confederaciones de fútbol. "Yo hago con ellos lo mejor que puedo", ha dicho, tras reconocer que tampoco tiene ninguna autoridad para suspenderlos de sus funciones y que "el Congreso (de la FIFA) tiene que ser consciente de esto".
Justamente, Blatter ha indicado que en su cuarto periodo al frente de la poderosa institución futbolística una de sus prioridades será reforzar el Comité de Ética.
Sobre la petición británica de posponer las elecciones del miércoles, Blatter ha recalcado que el único órgano que puede tomar una decisión en ese sentido es el Congreso de la FIFA "Sólo el Congreso puede hacerlo por una mayoría de dos tercios y cambiar la agenda al inicio de la reunión", ha explicado. En cambio, ha considerado: "Si los gobiernos quieren intervenir en FIFA, algo está mal. Nosotros podemos arreglar nuestros problemas desde dentro".
Blatter: "Los Mundiales de 2018 y 2022 no están manchados"
El suizo afronta el congreso para ser reelegido como presidente de la FIFA mientras planea la sospecha de la corrupción.
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