El Hércules ha informado a través de su página web en Internet su deseo de someterse al concurso voluntario de acreedores, lo que le permitirá al club "ampliar hasta cuatro meses el plazo del pago de la deuda a los acreedores, previa negociación".
Con esta medida, el club alicantino evitaría tener que pagar la deuda contraída con los futbolistas antes del 31 de julio y, por lo tanto, eludiría un descenso administrativo a Segunda B, después de haber bajado a Segunda División por deméritos deportivos.
En el caso de que sea aceptada la solicitud del Hércules, será la tercera vez que la entidad afronte un proceso de estas características desde que se convirtió en el año 2000 en la primera sociedad anónima deportiva en acogerse a esta figura jurídica.
La segunda ocasión en que el Hércules entró en suspensión de pagos -como se denominaba entonces la actual Ley Concursal- fue en 2003 y ahora la sociedad alicantina vuelve a acudir a los juzgados para intentar solventar sus problemas económicos.
Las dos primeras ocasiones en las que el Hércules entró en suspensión de pagos fue con el empresario Enrique Ortiz como máximo accionista. En esta oportunidad, es la Fundación Hércules la que cuenta con un 82 por ciento de los títulos de la sociedad, aunque Ortiz sigue siendo una figura importante para el club.