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El Deportivo vive la cara amarga de una jornada de infarto

El Valencia ha ganado por 0-2 en Riazor y manda al equipo coruñés a Segunda División. Mallorca y Getafe son los grandes beneficiados.

Valerón se despidió entre lágrimas de Riazor. | EFE

Como era de esperar, la última jornada de Liga ha sido de infarto. Nervios, sustos, tensiones y lágrimas, muchas lágrimas. Sobre todo, en Riazor, donde el Depor no pudo con un Valencia en el que César, su guardameta, se erigió en el justiciero de la Liga (0-2).

Aduriz adelantó a los ches, pero una sensación dominó el resto del encuentro: un gol de los gallegos le salvaba. Eso lo sabían los de Lotina, y fueron con todo a por él, pero no pudieron con un guardameta inconmensurable. Ya en el tiempo de descuento Soldado sentenció, y mandó al Deportivo a Segunda División veinte años después. La imagen de Valerón al final del partido bien valía la salvación de su equipo, pero en este deporte tan grande siempre hay alguien que tiene que representar la cara amarga...

El gran beneficiado fue, sin duda, el Mallorca. Los de Laudrup, en capa caída desde hace varias jornadas, volvieron a perder en casa ante el Atlético (3-4), donde el Kun Agüero, autor de tres tantos quizá en su última noche como rojiblanco, cuajó uno de los mejores encuentros que se le recuerdan. De nada sirvieron los tantos de Webó, dos, y De Guzmán, de penalti. Todos en la isla se temían la escena del año pasado, cuando un gol en el descuento acabó con sus sueños, pero esta vez no se repitió la historia, y los mallorquines pudieron celebrar una salvación muy, muy sufrida.

Los demás hicieron sus deberes, como debían. El Zaragoza logró una inmaculada victoria en Levante (0-2), gracias a dos tantos de Gabi, el nuevo héroe maño que emulará a los Nayim o Galletti en la memoria de sus aficionados. También ganó Osasuna, en su estadio, sin sufrimientos (1-0), ante un Villarreal que ya estaba de vacaciones. Un tanto de Cejudo fue suficiente para que los de Mendilíbar salvaran, un año más, la categoría.

Y en el otro encuentro que se presumía dramático, el Real Sociedad-Getafe, la cosa acabó bien para los dos (1-1). Los resultados que se estaban dando en el resto de estadios benefició que, pese a los nervios vividos en la primera mitad tras el tanto del Cata Díaz, las tablas fueran suficientes, así que desde que Sutil igualó ya en el segundo acto hubo un más que lógico pacto de no agresión que terminó con los dos felices.

Europa se queda igual

En la lucha por la Liga Europa, todo queda como comenzaba. Sevilla, Athletic y Atlético estaban ya clasificados, pero los tres buscaban no ser séptimos para evitar una ronda previa o, lo que es lo mismo, para tener quince días más de vacaciones. Al final, los tres ganaron, así que Sevilla termina quinto, el Athletic de Bilbao sexto, y el Atlético séptimo.

Como decíamos, los colchoneros han logrado la victoria en Mallorca. El Sevilla también ganó fuera. Fue un partido bonito en Cornellà-El Prat, donde el Espanyol plantó una cara más que digna (2-3), con dos goles más de Osvaldo, pero fue todo el encuentro a remolque ante un Sevilla que, con Negredo, autor de otro doblete, y Kanouté como estiletes, se aseguró la quinta plaza. También a domicilio venció el Athletic de Bilbao, en su visita a Santander, en un partido que sentenció en dos minutos gracias a los tantos de López y su estrella, Fernando Llorente. De nada sirvió el gol de Kennedy ya en las postrimerías del encuentro (1-2).

Jornada histórica esta última, que muchos aficionados recordarán. Unos, los de Zaragoza, Getafe, Mallorca, San Sebastián y Pamplona, con mucha alegría. Otros, los de La Coruña, con tristeza. Honda tristeza para el Deportivo, que regresa al infierno 20 años después. Buena suerte...

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