Después de una temporada especialmente convulsa, el Inter de Milán aún va a poder levantar un título, aparte del Mundial de Clubes. El conjunto de Leonardo se ha clasificado para la final de Copa de Italia tras empatar en casa (1-1) ante la Roma y hacer buena la victoria en el Olímpico (0-1). Su rival en la final será el Palermo, que eliminó al Milan.
Tras un comienzo en el que el equipo interista tomó la iniciativa del partido con un acercamientos claros al área rival, pronto despertó el AC Roma, mucho más vertical. La ocasión más clara en los primeros compases fue para la Roma, con un fuerte disparo De Rossi desde fuera del área que salió a pocos centímetros de la portería interista.
La estadística estaba en contra de los romanos. Sólo una vez en toda la historia de la competición copera (1937 con 0-2) habían logrado un resultado que favoreciera a los intereses de los de Vincenzo Montella, pero eso no impidió que se volcaran sobre la meta
del Inter. El encuentro llegó al descanso con 0-0, un resultado que beneficiaba al Inter, muy serio en defensa durante la primera mitad.
Tras el paso por vestuarios, continuó el mismo guión sobre el campo, con el Inter acaparando el mayor tiempo posible la posesión de balón y la Roma mucho más vertical pero con pocas opciones. Samuel Eto'o adelantó al Inter, en el minuto 58, y Marco Borriello pudo empatar para los romanos con un disparo que dio en los dos palos pero no entró. En la siguiente no falló. Borriello remató de cabeza un buen centro de Simone Perrotta y puso, a falta de seis minutos para la conclusión, a un solo gol de alcanzar la final.
La Roma se volcó sobre la meta del Inter en lo que restó de partido pero sin éxito, llegando al pitido final con 1-1. Así, el Inter de Milán aparta a la Roma, equipo que más Copas tiene junto a la Juventus de Turín (9), de su camino hacia la final, en la que se enfrentará al Palermo.