Al técnico del Real Madrid le acusan de violar el artículo 5 del Reglamento Disciplinario sobre los Principios de Conducta, que estipula que "las federaciones miembro, al igual que los jugadores, los directivos y los miembros de un club, deben comportarse según los principios de lealtad, integridad y deportividad". Todos ellos no han sido respetados por el entrenador madridista en el primer partido de las semifinales de la Liga de Campeones contra el Barcelona y en la rueda de prensa posterior al encuentro que acabó ganando el equipo de Pep Guardiola.
Entre los miembros del Comité, ya han intercambiado documentos y opiniones y tienen una idea formada. Hoy darán forma a sus conclusiones en la reunión en Suiza. A Mourinho le caerá, fijo, un partido por la expulsión que sufrió en el Bernabéu - que ya cumplió en el segundo encuentro -, otro por violar la condicional que ya tenía por las amonestaciones provocadas de Sergio Ramos y Xabi Alonso ante el Ajax, otro por sus declaraciones sobre los árbitros, la UEFA y Villar y uno más por reincidente. Hasta es posible que a esta batería de suspensiones se sumen otros dos encuentros de sanción por los gestos que hizo tras el partido del Camp Nou en referencia al arbitraje de De Bleeckere.
En la UEFA estiman que hay una línea que separa la libertad de expresión de las imputaciones falsas sobre la imparcialidad de los árbitros y el entrenador del Real Madrid va a ser castigado por ello. El día 16 de mayo tendrá la ocasión de ver rebajada o incluso anulada su sanción si puede probar sus acusaciones ante el Comité de Apelación de la propia UEFA, que también retomará el caso de los fingimientos de los jugadores del Barça. El Madrid enviará entonces en defensa de Mourinho a los abogados del club, Javier López Farré y Álvaro García-Alamán.