A los 61 minutos del Madrid-Barça en el Santiago Bernabéu, de ida de semifinales de Champions, el árbitro alemán Wolfgang Stark expulsó a Pepe con roja directa por una entrada sobre Dani Alves.
Pero lo cierto es que el internacional portugués no llegó a tocar al brasileño en ningún momento, pese a que en un primer momento parecía todo lo contrario. En la disputa por un balón dividido, el 3 del Real Madrid mete el pie y toca la pelota. Pero Alves, en un astuto ardid, consigue girar la pierna derecha en el momento oportuno, consiguiendo engañar a un Stark que no titubea en ningún momento a la hora de enseñarle la cartulina roja a Pepe.
A partir de entonces, el Barcelona supo aprovechar la superioridad numérica y acabó logrando una victoria en el Bernabéu (0-2), con dos goles de Leo Messi, que le coloca con pie y medio en la final de la Liga de Campeones, el próximo 28 de mayo en Wembley.