El Barcelona ya tiene prácticamente amarrada la Liga salvo que se produzca un desastre en las seis jornadas que quedan para el final. El empate (1-1) logrado en el Santiago Bernabéu le permite mantenerse con una ventaja de ocho puntos sobre el Real Madrid. Nueve en realidad si tenemos en cuenta el goal-average, pues los azulgrana ganaron por 5-0 en el partido de la primera vuelta del campeonato, el pasado 29 de noviembre en el Camp Nou.
No defraudó el clásico del Bernabéu, el primero de los cuatro que madridistas y azulgrana van a disputar en apenas dos semanas y media. Tanto José Mourinho como Pep Guardiola tenían guardados sus ases en la manga: mientras el portugués decidió volver a situar a su compatriota Pepe en el mediocentro, acompañando a Xabi Alonso y Khedira, además de dejar a Mesut Özil en el banquillo, el técnico de Sampedor sorprendió al dar la titularidad a Puyol, que ha estado casi tres meses apartado de los terrenos de juego. Experimentos, también, de cara a la final de la Copa del Rey del próximo miércoles en Mestalla, donde los dos contendientes se disputarán el primer título de la temporada en liza.
Pero el primer envite era este sábado por la noche en el Bernabéu, donde el equipo de Guardiola empezó mandando ante un Madrid encerrado en su parcela pero bien plantado sobre el césped, aguardando su oportunidad a la contra. La primera ocasión clara la tuvo Messi a los 19 minutos tras encarar a Casillas, que respondió a la perfección intuyendo la dirección del balón. No tardaron en responder los blancos: Cristiano la tuvo a balón parado y también Benzema desde el borde del área. David Villa, en una internada dentro del área pequeña, pidió penalti por un supuesto derribo de Iker cuando salió a blocar el balón. La posesión era para el equipo culé, pero los de Mourinho no le perdían la cara al rival y le jugaban de tú a tú.
Las dos mejores ocasiones del primer tiempo llegaron justo antes del descanso. Primero la tuvo Messi (m.43) con un disparo dentro del área ante el que respondió Casillas, aunque más clara fue la que gozó Cristiano a continuación. Tras un córner botado por Di María, el portugués cabeceó en el primer palo, pero Adriano evitó el tanto al sacar el esférico en la misma raya. Se mascaba el gol, en cualquier portería, pero la primera parte acabó 0-0.
El Real Madrid acudía fundido a la segunda mitad, acusando el enorme desgaste físico. Después de un lanzamiento de falta de Cristiano que se estrelló contra el palo, llegó el 0-1. A los 51 minutos, Albiol cometió un claro penalti sobre David Villa. Agarró al asturiano por el cuello y se ganó a pulso la expulsión con roja directa, lo que le impedirá jugar la final de Copa. La pena máxima la transformó Messi, que hasta ahora no había podido marcar contra un equipo de Mourinho.
Todo se le ponía cuesta arriba al Madrid, que pudo haber encajado el segundo tras estrellar Xavi un balón en el travesaño. Fue justo después de que Puyol tuviera que abandonar el campo lesionado y dejar su puesto a Keita, con lo que Busquets volvía a hacer de pareja de Piqué en el centro de la defensa. Mou también había movido ficha al dar entrada a Mesut Özil, el gran ausente, por un desacertado Benzema, que volvía a la titularidad un mes después. Minutos después, también dio la oportunidad a Arbeloa y Adebayor, que sustituyeron respectivamente a Di María y a un Xabi Alonso al que el portugués reserva para la final de Copa.
Lejos de venirse abajo y terminar por besar la lona, el Madrid tiró de fe, convencido de que podía meterle mano a este intratable Barça a pesar de que tenía que jugar con diez durante casi toda una parte. Y ya se sabe que la fe mueve montañas. Si además tienes a Özil en el campo, mejor aún.
Pepe, el mejor jugador de la noche por su excelso trabajo en el centro del campo, había avisado primero con un cabezazo en el segundo palo que salió desviado y, ya en la recta final, los blancos obtuvieron el premio a su constancia al encontrarse un claro penalti de Dani Alves a Marcelo. El árbitro Muñiz Fernández acertó al señalar la pena máxima pero se equivocó al perdonar la expulsión del lateral brasileño del Barça. Quien no falló desde los once metros fue Cristiano Ronaldo, que por primera vez ha podido marcarle al equipo azulgrana. Antes lo hizo Messi y ahora le tocaba su parte de protagonismo al crack portugués.
Quedaban diez minutos por delante que dieron mucho de sí, pues del 1-1 se pudo pasar al 2-1. Y también al 1-2. Lo intentó primero Khedira tras una gran jugada colectiva de su equipo y Villa también tuvo su oportunidad en la prolongación en un mano a mano con Iker. El partido finalizó con el feo gesto de Leo Messi, que incomprensiblemente lanzó un balón hacia la grada.
Otro clásico para la historia que sirve de aperitivo para los tres que vienen casi sin tiempo para la digestión: primero la final de Copa (20 de abril) y luego el doble duelo de semifinales de Champions, con la ida en el Bernabéu (27 de abril) y la vuelta en el Camp Nou (3 de mayo). ¿Aburrirnos de tanto Madrid-Barça? ¡Bendito empacho!
Ficha técnica
Real Madrid, 1: Casillas; Sergio Ramos, Albiol, Carvalho, Marcelo; Pepe, Khedira, Xabi Alonso (Adebayor, m.66); Di María (Arbeloa, m.66), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Özil, m.56)
Barcelona, 1: Valdés; Dani Alves, Puyol (Keita, m.58), Piqué, Adriano (Maxwell, m.79); Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro (Afellay, m.66), Messi y Villa
Goles: 0-1, m.52: Messi, de penalti; 1-1, m.82: Cristiano, de penalti
Árbitro: Muñiz Fernández (Colegio asturiano). Expulsó con roja directa a Albiol (m.51). Mostró tarjeta amarilla a Adriano (m.8), Piqué (m.26), Álves (m.78), Valdés (m.82) y Xavi (91), del Barcelona; y a Marcelo (m.31) y Arbeloa (m.76), del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima segunda jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 80.500 espectadores