No hay quien tosa a Sebastian Vettel. El piloto alemán de Red Bull, vencedor de las dos primeras carreras de la temporada en Australia y Malasia, ha vuelto a ser el más rápido en el Circuito Internacional de Shanghai, donde Ferrari tiene la esperanza de mejorar.
El español Fernando Alonso, que ha terminado en decimocuarta posición, ha dedicado la sesión de la mañana a probar las nuevas piezas aerodinámicas que la escudería traído para esta prueba, para lo cual ha tenido que rodar a una velocidad constante.
Por la tarde sufrió un problema hidráulico en el F150º Italia que le impidió rodar lo necesario para poner el coche a punto y salió cerca del final para dar una vuelta con las gomas blandas, pero sin utilizar el alerón trasero móvil. El asturiano confía en que su Ferrari va a estar mas cerca de los de arriba, porque parece que en parte han resuelto, en este Circuito Internacional de Shanghai, el problema para que los neumáticos alcancen antes la temperatura óptima de funcionamiento.
Jaime Alguersuari (Toro Rosso) había cedido por la mañana su coche al piloto de pruebas del equipo, el australiano Daniel Ricciardo, y por la tarde comenzó la puesta a punto del mismo una vez resueltos los problemas con los flaps delanteros que tuvo la semana pasada en Malasia. A pesar de no haber podido rodar por la mañana, al final de la jornada Jaime ha quedado a cinco centésimas de su compañero de equipo, el suizo Sebastian Buemi.
Aunque los Red Bull siguen dominando, las diferencias no son tan grandes con la competencia y esta vez, tras el imbatible Vettel, los McLaren de los británicos Lewis Hamilton y Jenson Button han quedado a tan sólo 166 y 247 milésimas de segundo, respectivamente.
Los dos Hispania han logrado terminar por delante de los Virgin: el indio Narain Karthikeyan ha conseguido el vigésimo tiempo por delante del italiano Vitantonio Liuzzi, que tuvo una avería en la sesión de la mañana y tan sólo pudo dar una vuelta lanzada casi al final.