El Villarreal recibía al Sevilla con la intención de que el equipo de Goyo Manzano pagase los platos rotos de lo sucedido el pasado domingo en el Bernabéu ante el Real Madrid. Ambos equipos saltaban al césped de El Madrigal sin muchas rotaciones en el once inicial. Ninguno quería que el partido se le fuese a las primeras de cambio.
El partido comenzó favorable al Villarreal, con un público entregado y animando en cada acción del submarino. Los locales no se arrugaban y el Sevilla tampoco. Poco a poco el Sevilla le fue quitando el balón al Villarreal sin que éstos se diesen cuenta. El balón era del Sevilla pero las ocasiones claras caían para los locales.
La primera alegría para la parroquia amarilla llegó a los 24 minutos tras el gol de Cani. Javi Varas despejó un zurdazo de Rossi, Cazorla se topó con una muralla y, de volea, Cani la enchufó con un Javi Varas ya vencido. Y casi sin tiempo de reaccionar el Villarreal le metió el segundo al equipo nervionense. Rossi remató con la izquierda desde la frontal, el cuero tocó en Alexis, cambió de dirección y acabó en las redes.
Cuando el partido se acercaba claramente al descanso, Romaric se inventó un pase a la espalda de los centrales para que Negredo, tras un control maravilloso, acortase distancias delante de Juan Carlos.
En la segunda mitad, Borja Valero empezó a mandar en el partido y el Sevilla empezaba a sufrir. En el minuto 55 de partido, Capdevila recibió un pase de tacón de Rossi, se marchó de Dabo, centró y Marco Ruben cabeceó a las redes para hacer el tercero. Otro gol de nota del Villarreal. Se las creían muy felices los locales, pero Negredo de cabeza en el 60, tras un centro magistral de Romaric, y Alexis, otra vez a pase de Romaric, a dos minutos para el final terminaron empatando un partido que el Villarreal tuvo ganado. Todo queda abierto para la vuelta en el Sánchez Pizjuán.