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Esto sí es una "manifestación unitaria"

Durante horas, bajo un sol de justicia, miles de personas abarrotaron el centro de Madrid para recibir a los campeones del mundo.

Una manifestación, esta sí, multitudinaria y espontánea de afirmación nacional. No como la nacionalista del pasado sábado en Barcelona.

Llegadas de todos los puntos de España, millones de personas colapsaron el centro de Madrid en la manifestación popular más multitudinaria que se recuerda en la capital. El recibimiento a la selección española de fútbol, campeona del mundo en Sudáfrica, se prolongó desde primera hora de la hora hasta ya entrada la madrugada. La protagonista indiscutible del día ha sido la bandera nacional, miles y miles de enseñas rojigualdas acompañaron a los jugadores en recorrido por el centro de la capital a bordo de una autobús descapotable.

Una manifestación espontánea de alegría y orgullo nacional sin precedentes en los últimos años que se ha extendido por todo el país, desde Barcelona a Vigo y de Bilbao a Cádiz. Sin sindicatos ni partidos políticos, sin autobuses ni bocatas gratis. Esto sí es una expresión multitudinaria de unidad, cívica y democrática de sentimiento nacional, utilizado las mismas palabras que los organizadores de la marcha nacionalista del pasado sábado en Barcelona, empequeñecida ahora ante lo vivido desde el domingo en toda España.

Tras las recepciones oficiales en el Palacio Real y el de La Moncloa, la comitiva entró en la ciudad minutos después de las 20.00 horas por la calle Princesa para hacer el tránsito en dos autobuses descapotables, que fueron seguidos por muchos aficionados, a pie y en moto, con banderas españolas desplegadas.

Con un enorme "Campeones" pintado de amarillo en el frontal superior del autobús y una bandera con el típico toro español, los jugadores dieron rienda suelta a su alegría saludando al público con la Copa del Mundo en alto, que no dejó de pasar de mano en mano aunque el capitán, Iker Casillas, fue el primero en portarla.

Pepe Reina, erigido en maestro de ceremonias desde la celebración de la Eurocopa 2008, animó con vuvuzela en mano a los miles de aficionados que desafiaron el intenso calor para dar la bienvenida a la selección española, mientras Sergio Ramos y Fernando Torres no dejaban de ondear una bandera. El Niño hizo un guiño a sus fieles rojiblancos y se colocó una enseña con el escudo del Atlético de Madrid. David Villa, sombrero nacional en ristre, y Juan Mata recordaron su origen asturiano con sendas banderas del Principado, igual que hizo Raúl Albiol con la de Valencia colocada a modo de falda.

Fernando Llorente y Javi Martínez desplegaron la bandera del Athletic; Joan Capdevila y Cesc Fábregas pusieron el toque de humor con sendas pelucas color rojo y gualda, junto a Jesús Navas, Xabi Alonso, Xavi Hernádez y el autor del gol de la final, Andrés Iniesta que no se cansó de escuchar "Iniesta, España está de fiesta".

El seleccionador nacional, Vicente del Bosque, junto a sus colaboradores en la selección respondía con cariño a los gritos de "yo soy español", coreados desde las aceras y calzadas de la capital por las que pasó la selección, que enriqueció la celebración del Centenario de la Gran Vía al transitarla completamente.

La presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón se sumaron a la bienvenida, que vivirá su punto final en la explanada del Puente del Rey, donde Ketama, David Bisbal, David Bustamente y Hombres G, entre otros, amenizan la espera de decenas de miles de personas.

El itinerario del autobús descapotable es el siguiente: Princesa - Plaza de España - Gran Vía - Cibeles - Neptuno - Atocha - Ronda de Atocha - Ronda de Valencia - Glorieta de Embajadores  - Ronda de Toledo - Puerta de Toledo - Gran Vía de San Francisco - Bailén - Palacio Real  - Plaza de España - Glorieta de San Vicente - Explanada del Puente Vicente Rey.

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