En la previa de cada partido del Mundial de fútbol suenan los himnos de las dos selecciones contendientes. Los aficionados compiten en pasión a la hora de cantarlo. Hoy en día, las cámaras y micrófonos de televisión nos permiten hasta oír las voces de los jugadores que, con mayor o menor entusiasmo, corean su himno.
No es el caso de los jugadores españoles. Al carecer de letra deben permanecer con semblante serio mientras suenan las notas de la Marcha Granadera. Los aficionados, sin embargo, no renuncian a montar bulla y acompañar a gritos la música.
A priori, la ausencia de letra debería ponérnoslo más fácil a los españoles. Con el chunda-chunda es suficiente. Pero curiosamente la mayoría de la gente se equivoca a la hora de tararear el himno y se produce una distorsión entre lo que suena en el estadio y lo que se corea en las gradas.
El error que comete mucha gente está en pasar directamente al estribillo después de la primera estrofa, olvidando que ésta se repite una vez. El tarareo correcto debe ser así:
- Primera estrofa (bis)
- Estribillo (bis)