"Respeto la opinión de nuestro comandante. Quien manda es Dunga", ha manifestado el punta del Manchester City, que juega como cedido en el Santos brasileño.
Robinho no parece incómodo con el régimen disciplinario del actual entrenador, que prohíbe entrevistas exclusivas y prolongadas salidas de la concentración, además de establecer mayor número de entrenamientos a puerta cerrada. "En el Mundial pasado, lamentablemente nos preparamos de una forma que afectó el resultado. Fue une época de mucha fiesta. Después del Mundial de Sudáfrica habrá tiempo para salir a tomar un café", ha dicho el jugador sobre el ahora distante trato con la prensa.
"Estamos con la postura que Dunga", ha dedicado tras una sonora carcajada a un reportero que insistió en preguntarle si no le molestaban las regla del entrenador.