"Se tiene constancia de un incremento del acoso policial contra los 'manteros' callejeros y los vagabundos, así como contra los refugiados e inmigrantes que viven en los albergues", indica Amnistía en un comunicado. "Este acoso comprende redadas, detenciones arbitrarias, maltratos y extorsión, al igual que destrucción de chabolas sin notificación previa o compensación, en franca violación de las leyes nacionales sobre los desalojos forzados".
AI asegura que la Policía se está escudando en la normativa desarrollada por las autoridades sudafricanas para atenerse a los reglamentos de la FIFA en las ciudades sede del Mundial a la hora de expulsar a vagabundos y comerciantes callejeros de las denominadas "zonas de acceso controlado".
La ONG recuerda que el mes pasado, decenas de "manteros" se manifestaron ante el centro local de operaciones de la FIFA en Soweto para protestar por el fin de los desalojos y por el grave deterioro de su negocio, si finalmente se les impide el acceso a los aledaños de los estadios de fútbol donde se disputarán los encuentros.
Violencia
Amnistía advierte de que varios grupos xenófobos sudafricanos podrían aprovechar el desarrollo de la competición para planear ataques de violencia racista contra los inmigrantes. La ONG asegura que muchos refugiados han sido amenazados de que "serán expulsados del país tras el Mundial".
A tal efecto, el Gobierno sudafricano ha anunciado esta semana la creación de un comité interministerial para estudiar estas amenazas, una decisión aplaudida por la ONG, que no obstante manifiesta "preocupación" ante la capacidad de las autoridades para albergar este evento. "Los enormes recursos que deben desplegarse para la celebración de la Copa del Mundo podrían tener consecuencias para la seguridad de los sudafricanos, en particular los más pobres, donde la criminalidad representa, de por sí, un serio desafío", indica AI.
De igual modo, AI teme que la Policía emplee "fuerza letal" contra aquellos que considere sospechosos de cometer crímenes. En este sentido, Amnistía pide que los planes de contingencia que desarrolle la Policía para contener cualquier tipo de "extremismo o protesta" no desemboque en un uso excesivo de la fuerza.
Con todo, AI no se pronuncia sobre el gasto oficial del Gobierno sudafricano y reconoce que la Copa del Mundo abre "ciertas oportunidades de empleo temporal que podrían representar un beneficio a largo plazo, en particular sobre el desarrollo y la mejora de la infraestructura urbana y de transportes". No obstante, sí critica los requerimientos "extralegales" impuestos por la FIFA, que desembocan en "zonas de exclusión para las actividades económicas informales, particularmente dañinas en un país donde gran parte de su población depende de este tipo de mercado para su supervivencia".