Con sólo 8 grados de temperatura y una fina lluvia, España se entrenó entre altas montañas austriacas que tan buenos recuerdos traen a los internacionales que vivieron la pasada Eurocopa. Lo que están viviendo desde su llegada ayer a Schruns se asemeja al pequeño pueblo donde se gestó el mayor éxito de la Roja, Neustift.
Después de disfrutar de un día libre el domingo, en el que la expedición se desplazó por la mañana en autobús desde Innsbruck y gran parte de los internacionales acudió por la tarde a Vaduz (Liechtenstein), para presenciar la final del Europeo sub'17 que perdió España ante Inglaterra, el lunes regresó la actividad.
Del Bosque preparó una sesión de trabajo para comenzar un día en el que habrá dos entrenamientos, que estuvo marcada por la mayor carga física y menor presencia del balón. El grado de intensidad sube estos días, que aprovecha el seleccionador para crear la base para el Mundial y dar menos importancia a los encuentros amistosos.
La mañana comenzó con una pequeña charla en el centro del campo de Vicente Del Bosque a sus jugadores. La carrera continua y series de velocidad, dieron paso en el último tramo de la intensa hora de trabajo, a ejercicios de toque y presión, para acabar con centros desde bandas y remates a portería. En el reparto de petos, el seleccionador aún no ha dado pistas del equipo que alineará este jueves en Innsbruck contra Corea del Sur al entremezclar a sus jugadores.
Nada más acabar de estirar, los internacionales españoles se dirigieron al hotel de concentración, donde acabaron la mañana con una sesión de baño y masaje. Soltaron piernas antes de un nuevo entrenamiento a las 18.30 horas.
La selección española inicia su trabajo en Schruns
La selección española de fútbol ha comenzado sus entrenamientos en Schruns (Austria) con una sesión marcada por la intensidad del trabajo físico, en una etapa previa al Mundial en la que el seleccionador Vicente del Bosque incide en esta preparación con sus 23 jugadores.
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