(Libertad Digital) Con licencia para soñar, el Mallorca se despojó de los complejos y planteó un partido sin concesiones ante un Barcelona arropado por los dos goles de ventaja que traía del Camp Nou (2-0). Marcar, al menos, un gol en la primera parte se convirtió en una auténtica obsesión para los 'bermelones', con la moral por las nubes tras las tres victorias seguidas en Liga.
Para lograr ese objetivo, los jugadores de Gregorio Manzano presionaron muy arriba con la intención de cortar las vías de comunicación entre el centro del campo y la delantera azulgrana. Siempre al filo de la navaja, el Mallorca arriesgó todo lo que pudo ante un rival peligrosísimo, y ante el cual, un metro de ventaja puede marcar la frontera entre seguir vivo o morir con las botas puestas.
Andrés Iniesta había dado el primer aviso en el primer minuto. Regateó a cuatro defensas y su disparo, algo flojo, fue repelido por Germán Lux. El Barcelona, a partir de esa jugada, se lo tomó con calma. Era el Mallorca el que tenía que asumir la iniciativa, así que los hombres de Pep Guardiola, con el reloj a su favor, rasearon el balón y lo jugaron con criterio, siempre buscando a Hleb y Bojan. Es cierto que el Mallorca buscó con ahínco la portería defendida por Pinto, pero lo hizo siempre a trompicones, a expensas de la velocidad del guineano Keita, y el venezolano Juan Arango.
Com más ruido que nueces, la explosión inicial 'rojilla' se fue diluyendo ante la seriedad y contundencia del rival, que no estaba dispuesto a conceder ni un sólo metro de ventaja. Pero, al filo del descanso, apareció el uruguayo Gonzalo 'Chori' Castro para mantener vivo el sueño 'copero' del Mallorca. El extremo charrúa, un suplente sumido en el olvido prácticamente desde su llegada al club balear, lanzó un auténtico misil para batir a Pinto.
Todo se iba a decidir en la segunda parte. El Barcelona ya no tenía tanta munición para seguir especulando con su ventaja en el marcador, y el Mallorca, más cerca del milagro, apretó lo suyo. En los primeros cinco minutos de la reanudación pasaron muchas cosas: el Barcelona se quedó con diez jugadores por la expulsión de Martín Cáceres (m.50) por una entrada a Castro en el área, y Pinto detuvo el penalti que lanzó José Luis Martí.
De esa manera, Lionel Messi, que calentaba para entrar en el terreno de juego, tuvo que esperar, ya que Márquez sustituyó a Iniesta para tapar el hueco dejado por Martín Cáceres. El argentino ingresó al campo en el minuto 58 en el lugar de Bojan. Messi, muy pronto, empezó a hacer de las suyas. Provocó la expulsión de Josemi y varias ocasiones de gol, como un saque de falta directa de Dani Alves, que repelió, como pudo, Lux.
Al final, el propio Messi niveló el marcador en otra jugada marca de la casa, elevando, con categoría, el balón por encima de la desesperada salida de Lux (m.81). El Barcelona respiró tranquilo a partir de ese momento. Ya era finalista ante un Mallorca que quemó todas sus naves, incluida la salida del goleador vasco Aritz Aduriz, pero que se quedó a las puertas de una final que acariciaba con ganas.
Ficha técnica del partido
RCD Mallorca, 1: Lux; Josemi, Ramis, David Navarro, Corrales (Aduriz, m.78); Mario Suárez (Cléber Santana, m.62), Martí, Castro (Scaloni, min. 74), Arango; Keita y Webó
FC Barcelona, 1: Pinto; Dani Alves, Piqué, Puyol, Cáceres; Touré Yayá, Busquets, Keita; Hleb (Xavi, m.85), Iniesta (Márquez, m.54) y Bojan (Messi, m.58)
Goles: 1-0, m.45: Castro; 1-1, m.81: Messi
Árbitro: Rubinos Pérez (Colegio madrileño). Expulsó con roja directa a Cáceres (m.50) y por doble amonestación a Josemi (ms.29 y 64). También mostró tarjeta amarilla a Touré Yayá (m.34), Pinto (m.36) y Piqué (m.50), del Barcelona; y a Ramis (m.59), Corrales (m.70) y Keita (m.85), del Mallorca
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey disputado en el Ono Estadi ante unos 14.000 espectadores. Terreno resbaladizo tras la intensa lluvia que cayó sobre Palma antes del encuentro
Messi y Pinto meten al Barça en la final de Copa
Once años después, el Barcelona jugará la final de Copa del Rey al empatar ante el Mallorca en un partido en el que los azulgranas jugaron fuego hasta que Leo Messi entró en el campo para marcar el 1-1, neutralizando el gol inicial de Castro. Entre medias, Pinto detenía un penalti a Martí.
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