(Libertad Digital) El mito de Córdoba, el recuerdo de la victoria lograda hace 30 años en Argentina contra los alemanes aún pervivirá en la memoria austriaca, porque su realidad le impide renovarlo. Y eso que, alentada por ese supuesto "espíritu", Austria pudo reducir en el primer tiempo la distancia que le separa de Alemania, A ello también contribuyó que, aún bajo el síndrome croata, el equipo de Joachim Löw también se encargase de rebajar su nivel para equipararse a su rival. De esta forma, pasaron los tres primeros cuartos de hora entre pelotazos, faltas técnicas y escaso juego.
La selección austriaca, reforzada por el impulso de la grada, fue sobre todo voluntariosa, pero tropieza con unas limitaciones técnicas que le alejan de la elite en las grandes citas. Alemania tuvo dudas, y muchas. La derrota contra Croacia hizo mucho daño y ni la terapia de grupo a la que se sometió el equipo tras ese revés le ha sacado del embrollo. Al contrario, con Michael Ballack rodeado en todo momento de contrarios, no hubo quien asumiera la dirección y copió el juego del rival. Mucho balón largo y poca precisión. Pudo, sin embargo, resolver el encuentro a los 5 minutos en una buena internada de Mirolav Klose que desperdició Mario Gómez. Solo dentro del área pequeña y a puerta vacía, el atacante del Stuttgart dio el balón mordido y lo pudo sacar con la coronilla Gyorgy Garics, bajo palos.
Ahí se acabó el arsenal alemán en la primera mitad, ya que no volvió a asustar a Macho más que con un disparo de Lukas Podolski (m.22), quien terminó desquiciado con las faltas tácticas austríacas en el centro del campo. Austria no mostró mucho más, porque tampoco tiene mucho más que arrojo, lo que le sirve para forzar algunos saques de esquina que son saludados desde la grada como si de penaltis se tratasen. Una caída de Hoffer ante Metzelder, un disparo lejano de Aufhauser y otro remate de cabeza forzado de Fuchs fueron todo su argumento para alterar el pulso de la afición local. Sin mucho ritmo, con muchas faltas y menos ocasiones, fue el árbitro español Manuel Enrique Mejuto González el que decidió animar la fiesta y expulsó a ambos técnicos antes del descanso, después de que estos se enzarzasen en una discusión con el cuarto árbitro de por medio.
Y sin entrenadores en el banquillo, la favorecida fue Alemania y, sobre todo, Ballack, que solventó la disputa al comienzo del segundo tiempo, con un gran golpe franco desde 20 metros que envió a la escuadra de Macho. Ahí se acabó el morbo y gran parte de la emoción, porque con el marcador a favor la selección germana ya no se iba a dejar sorprender, ni Austria estaba en condiciones de ponerle en demasiados aprietos. Los anfitriones no lograron más que seguir sumando saques de esquina, en busca de una acción afortunada que no llegó, porque ni Viena es Córdoba, ni Hoffer es Hansi Krankl, Pero Alemania casi siempre es Alemania.
Ficha técnica del partido
Austria, 0: Macho; Garics, Stranzl, Hiden (Leitgeb, m.54), Pogatetz; Aufhausel (Säumel, m.62), Harnik (Kienast, m.66), Ivanschitz, Fuchs; Korkmaz; y Hoffer
Alemania, 1: Lehmann; Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm; Frings, Ballack, Fritz (Borowski, m.92), Podolski (Neuville, m.82); Klose y Mario Gómez (Hitzlsperger, m.59)
Gol: 0-1, m.48: Ballack, de falta directa
Árbitro: Manuel Enrique Mejuto González (España). Expulsó con roja directa a los dos seleccionadores, Josef Hickersberger y Joachim Löw, por protestar (m.40). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores austriacos Stranzl (m.12), Hoffer (m.30) e Ivanschitz (m.47)
Incidencias: Partido de la tercera jornada del Grupo B de la Eurocopa 2008 disputado en el Ernst-Happel Stadion de Vienas ante unos 45.000 espectadores. Asistieron al encuentro la canciller federal alemana, Angela Merkel, y el presidente austriaco, Heinz Fischer
Una gris Alemania vence con lo justo a Austria y logra su pase a cuartos (0-1)
Una genialidad de Michael Ballack, con un golazo de falta que se coló por la escuadra, le ha bastado a Alemania para lograr su pase a cuartos de final y despedir de la Eurocopa a la coanfitriona Austria. El partido estuvo marcado por la polémica decisión del árbitro español Mejuto González de expulsar al mismo tiempo a los dos seleccionadores, en una escena nunca vista en una fase final. Al equipo de Joachim Löw le espera ahora la selección portuguesa de Cristiano Ronaldo.
Así les hemos narrado el Austria-AlemaniaEn Deportes
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