(Libertad Digital) El primer tiempo fue eléctrico, típico de una final de Copa. Y el Espanyol empezó mandando en el marcador cuando sólo se llevaba un minuto. Una falta lanzada por De la Peña se estrelló en el larguero y el rechace lo cabeceó Tamudo a la red. Le costó llevar la iniciativa al Zaragoza, tocado por el tempranero gol de su rival. No hubo gran fútbol, pero sí muchísima tensión. Mientras, el Espanyol explotó con inteligencia los dos o tres detalles que tiene. El trivote Ito-Costa-Fredson dejó vivir a De la Peña en una posición de enganche donde el cántabro es feliz, aunque lo cierto es que el Espanyol también sufrió en los balones que debían ser territorio de Kameni.
Capaz de lo mejor y de lo peor, Kameni dejó que Ewerthon apareciera para empatar el partido y dejar todo como estaba al principio. Pero la alegría sólo le duró cinco minutos al Zaragoza. De la Peña buscó desmarques de ruptura de Tamudo, que llevó el caos al equipo de Víctor Muñoz cuando se echó a la banda izquierda. En uno de ellos, el capitán españolista puso un balón perfecto a Luis García para que el asturiano pusieron el 2-1 con un soberbio cabezazo. Mientras tanto, el Zaragoza se encomendaba a Cani para llevar peligro sobre los dominios de Kameni, aunque el joven capitán zaragocista, recientemente llevado por Luis Aragonés a la jornada de convivencia de la selección española, se topó con Jarque y Lopo, que dieron mucha sobriedad a la zaga periquita.
Ewerthon tuvo el empate tras el descanso, pero mandó un balón claro arriba. Fue entonces cuando Víctor Muñoz empezó a mover el banquillo al dar entrada al ex madridista Savio por Óscar. Y el brasileño le dio otros aires al equipo, aunque bien es cierto que le faltó definición y se topó con un Zabaleta bien plantado en el lateral derecho. Cani apareció y Zapater se dejó el alma y le puso fuelle y calidad al partido, que comenzó a ser un vendaval contra el marco de Kameni. Y el Espanyol bajó un peldaño. Miguel Ángel Lotina lo advirtió y puso oxígeno con Coro y Moisés. Y el Zaragoza, ya con Movilla en el campo, dio un nuevo arreón, pero con demasiadas prisas. 
El Zaragoza tuvo la posesión, pero a Lotina le salió bordado el partido. Coro mató la final con un contragolpe letal, justo cuando el Zaragoza más agobiaba y quedaban veinte minutos para el final. Aún hubo tiempo para más, mucho más. En un gesto extraño y fuera de lugar, el meta César dejó a su equipo con diez tras ser justamente expulsado por provocar al público, al lanzar una botella de agua contra la grada. Entonces Víctor Muñoz tuvo que quitar a Toledo para introducir al portero suplente Valbuena. Y cuando el partido expiraba, Luis García, que firmó una noche memorable, tuvo incluso tiempo de mandar un balón al palo y de culminar el 4-1 con un disparo raso y cruzado. Ficha técnica del partido
RCD Espanyol, 4: Kameni; Zabaleta, Lopo, Jarque, David García; Ito (Coro, m.61), Fredson (Moisés, m.61), Costa, De la Peña; Luis García y Tamudo (Pandiani, m.76)
Real Zaragoza, 1: César; Ponzio, Álvaro, Gabriel Milito, Toledo (Valbuena, m.75); Óscar (Savio, m.51), Zapater, Celades (Movilla, m.66), Cani; Ewerthon y Diego Milito
Goles: 1-0, m.1: Tamudo; 1-1, m.27: Ewerthon; 2-1, m.32: Luis García; 3-1, m.70: Coro; 4-1, m.86: Luis García
Árbitro: Medina Cantalejo (Colegio andaluz). Expulsó a César por doble amonestación (ms. 42 y 74). Mostró tarjeta amarilla a Jarque (m.16), Ito (m.18) y Tamudo (m.74), por parte del Espanyol; y a Óscar (m.25), Gabriel Milito (m.36) y Celades (m.48), por el Zaragoza.
Real Zaragoza, 1: César; Ponzio, Álvaro, Gabriel Milito, Toledo (Valbuena, m.75); Óscar (Savio, m.51), Zapater, Celades (Movilla, m.66), Cani; Ewerthon y Diego Milito
Goles: 1-0, m.1: Tamudo; 1-1, m.27: Ewerthon; 2-1, m.32: Luis García; 3-1, m.70: Coro; 4-1, m.86: Luis García
Árbitro: Medina Cantalejo (Colegio andaluz). Expulsó a César por doble amonestación (ms. 42 y 74). Mostró tarjeta amarilla a Jarque (m.16), Ito (m.18) y Tamudo (m.74), por parte del Espanyol; y a Óscar (m.25), Gabriel Milito (m.36) y Celades (m.48), por el Zaragoza.
Incidencias: Final de la Copa del Rey disputada en el estadio Santiago Bernabéu ante 78.000 espectadores, entre ellos unos 40.000 seguidores del Zaragoza y otros 28.000 del Espanyol. El Rey Juan Carlos presidió el partido en un palco donde también acudieron Ángel Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF); José Montilla, ministro de Industria; Pascual Maragall, presidente de la Generalidad de Cataluña; Marcelino Iglesias, presidente del Gobierno de Aragón; Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid; Fernando Martín, presidente del Real Madrid; Joan Clos, alcalde de Barcelona; y Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza