El Deportivo, con diez, aguanta el ligero acoso del Valencia y da el primer paso hacia las semifinales de Copa (1-0)

(Libertad Digital) La lesión de última hora de Jorge Andrade restó calado a la revolución planeada por Joaquín Caparrós, que tuvo que recurrir al renqueante Aldo Duscher para completar la medular. La presencia del internacional argentino en el doble pivote permitió a su compatriota Coloccini jugar finalmente como central, pese a que la intención inicial del técnico sevillano era que el zaguero formara pareja con De Guzmán en el medio centro. El enfado mostrado por Caparrós tras la última derrota ante el Alavés en este mismo escenario (0-2), unida a la demostración de que no está dispuesto a hacer ninguna concesión a la relajación, hizo reaccionar a sus hombres.

Al menos eso pareció en el arranque de partido, pues los gallegos se adueñaron del juego aunque sin crear excesivo peligro. Tan sólo un tiro lejano de De Guzmán al cuarto de hora puso en apuros al guardameta Mora, bien guarecido por una zaga en la que regresaba, tras mucho tiempo ausente, el veterano Amadeo Carboni. Más peligro mostró después el Valencia, que pudo adelantarse en el marcador en dos remates consecutivos de Regueiro, el primero a centro de Rufete en el que el uruguayo obligó a lucirse a Molina, y el segundo en la jugada inmediatamente posterior, en un cabezazo que le salió excesivamente picado al charrúa. Sin embargo, lo más transcendente de la primera mitad fue la expulsión de Duscher por una fea entrada con los dos pies a Albiol a los 36 minutos de juego.

Sorprendentemente Caparrós no efectuó ningún cambio tras la marcha de Duscher, lo que dejó la manija del equipo en las botas de De Guzmán, que no jugaba de medio centro desde que lo hiciera en la Copa Intertoto durante la pretemporada. Una circunstancia que, curiosamente, el Valencia pareció no querer aprovechar, pues los de Quique Sánchez Flores encararon la segunda mitad con las mismas precauciones con las que iniciaron el encuentro, convencidos de sentenciar la eliminatoria la próxima semana en Mestalla. Como tampoco aprovechó el equipo ché la presencia en la banda izquierda del ataque gallego de Romero, que sustituyó a Iván Carril.

Un conformismo ante el que tan sólo se atrevió a rebelarse David Villa en un doble remate a los 64 minutos, el segundo de ellos con un sutil toque desde la misma línea de fondo que a punto estuvo de colarse en la portería de Molina. La acción del asturiano, unida a la entrada al campo de Baraja y Aimar, espabiló definitivamente a los visitantes, que acorralaron en los siguientes minutos a los deportivistas en torno a su propia área. Pero Iturralde González se encargó de sacar del agobio a los gallegos a los 77 minutos al señalar como penalti un supuesto agarrón de Carboni a Capdevila. Sergio, que acababa de entrar en el campo en sustitución de un Valerón que ya no podía más, se encargó de transformar la pena máxima. De ahí al final, el Dépor se encerró en su parcela, mientras que el Valencia terminaría pagando su falta de acierto de cara al marco rival.

 

 

 

Deportivo de La Coruña, 1: Molina; Manuel Pablo, Coloccini, Juanma, Capdevila; Iván Carril (Romero, m.57), Duscher, De Guzmán, Munitis; Valerón (Sergio, m.70) y Arizmendi (Iago, m.83).
Valencia, 0: Mora; Miguel, David Navarro, Marchena, Carboni; Rufete (Angulo, m.84), Albiol, Fabio Aurelio, Regueiro (Baraja, m.66); Mista (Aimar, m.60) y Villa

Goles: 1-0, m.77: Sergio, de penalti
Árbitro: Iturralde González (Colegio vasco). Expulsó con tarjeta roja directa al deportivista Duscher (m.36). Mostró tarjeta amarilla a Coloccini (m.36) y Capdevila (m.37), por parte del Deportivo; y a Regueiro (m.50), David Navarro (m.74) y Carboni (m.78), por el Valencia
Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Riazor ante unos 20.000 espectadores. Presenció el encuentro el seleccionador nacional argentino, José Pekerman