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Bundesliga

Comienza en Berlín el juicio contra Robert Hoyzer y otros acusados por el escándalo de la manipulación arbitral

Bajo una gran atención mediática ha comenzado este martes en Berlín el juicio contra el ex árbitro alemán Robert Hoyzer, detonante del escándalo de manipulación de partidos de fútbol por encargo de una mafia croata de apuestas y al que la Federación Alemana de Fútbol (DFB) suspendió de por vida el pasado mes de abril.

Bajo una gran atención mediática ha comenzado este martes en Berlín el juicio contra el ex árbitro alemán Robert Hoyzer, detonante del escándalo de manipulación de partidos de fútbol por encargo de una mafia croata de apuestas y al que la Federación Alemana de Fútbol (DFB) suspendió de por vida el pasado mes de abril.
L D (EFE) En el banquillo de los acusados se sientan, Hoyzer, el ex árbitro Dominik Marks, los hermanos croatas Filip, Milan y Ante Sapina, así como Steffen Karl, el ex jugador del equipo regional del Chemnitz FC, todos ellos acusados de estafa organizada y sistemática por valor de dos millones de euros.

Milan Sapina es el propietario del Café King de Berlín, presunto centro de la manipulación de partidos por parte de un grupo de apostadores que habrían sobornado a los árbitros Marks y Hoyzer para lograr resultados deseados en 23 partidos de fútbol. En concreto, se les acusa de manipular partidos tanto de la liga regional como de la primera y la segunda división de la Bundesliga y también algunos en la Liga turca.

La fiscalía acusa a Hoyzer, considerado antes de que estallara el escándalo una joven promesa del arbitraje alemán, de haber manipulado directa o indirectamente 11 partidos de fútbol. Hoyzer podría ser por ello condenado hasta diez años de cárcel, según la prensa alemana.

La Federación Alemana de Fútbol (DFB) ha enviado dos observadores al juicio, que ha despertado una fuerte atención mediática, pues se celebra ocho meses antes de que comience el Mundial de Fútbol 2006 en Alemania. Este caso desató un escándalo sin precedentes en la historia del fútbol alemán y arrojó negras sombras sobre el arbitraje alemán.

Hoyzer, que los días previos al inicio del juicio ha concedido numerosas entrevistas a la prensa alemana, se mostró arrepentido por lo ocurrido y aseguró que tenía miedo de ir a la cárcel. "No puedo comprender por qué lo hice", declaró Hoyzer, de 26 años, que ha abandonado sus estudios y vive del dinero que recibe del subsidio de desempleo después de que la Federación le suspendiera de por vida.

Hoyzer confesó en una entrevista que tras el estadillo del escándalo ha aprendido que "el dinero en muchos puntos de la vida no es tan importante". Los expertos le auguraban una carrera como árbitro internacional, pero éste echó todo por la borda a cambio de los 67.000 euros y una televisión de plasma que recibió de sus "amigos" de la mafia croata de apuestas a cambio de manipular los partidos.

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