L D (EFE) El conjunto tarraconense demostró desde que arrancó el juego que no estaba dispuesto a acongojarse ante la superior categoría del rival y que opondría a su inferior calidad técnica una mayor entrega. El arma del Gimnástic fue la fuerte presión que impuso en todo el campo y que asfixió a unos jugadores poco acostumbrados a pelear tanto en el cuerpo a cuerpo. Esa táctica tarraconense provocó numerosos errores en la defensa del Atlético de Madrid que, de inmediato, se convertían en ocasiones de gol para el contrario.
La mayoría de suplentes que formaba el once del Atlético de Madrid hizo poco por reivindicarse ante su entrenador, quien poco pudo hacer por evitar el 0-0 al descanso. En la reanudación, el Gimnástic fue todavía más descarado en sus aspiraciones y se hizo desde el principio con el peso del partido. El equipo catalán sumaba ocasiones de gol con relativa facilidad, aunque le faltaba acierto en el último pase o en el remate final para decantar la balanza. Ni uno ni otro conjunto encontraban la forma de batir la portería contraria y así se llegó a unos diez últimos minutos en los que los jugadores iban de una a otra meta en busca de un tanto que valiese el pase a octavos de final.
Se tuvo que llegar a la prórroga y en la primera parte de la misma llegó el tanto de García Calvo , fruto de una jugada ensayada que empezó con la ejecución de una falta en forma de servicio a la frontal del área para que el autor del gol empalmase un fuerte disparo que batió a Felip. Luis César, el entrenador del Gimnástic, fue expulsado al protestar la acción por entender que dos jugadores del Atlético de Madrid estaban en fuera de juego cuando el balón entraba en la portería. Las quejas del técnico del cuadro tarraconense no fueron tenidas en cuenta y el equipo de César Ferrando sólo tuvo que rentabilizar el gol en la segunda parte de la prórroga, en la que el rival obligó a lucirse a Leo Franco en alguna ocasión, para hacerse con el pase a los octavos.
La mayoría de suplentes que formaba el once del Atlético de Madrid hizo poco por reivindicarse ante su entrenador, quien poco pudo hacer por evitar el 0-0 al descanso. En la reanudación, el Gimnástic fue todavía más descarado en sus aspiraciones y se hizo desde el principio con el peso del partido. El equipo catalán sumaba ocasiones de gol con relativa facilidad, aunque le faltaba acierto en el último pase o en el remate final para decantar la balanza. Ni uno ni otro conjunto encontraban la forma de batir la portería contraria y así se llegó a unos diez últimos minutos en los que los jugadores iban de una a otra meta en busca de un tanto que valiese el pase a octavos de final.
Se tuvo que llegar a la prórroga y en la primera parte de la misma llegó el tanto de García Calvo , fruto de una jugada ensayada que empezó con la ejecución de una falta en forma de servicio a la frontal del área para que el autor del gol empalmase un fuerte disparo que batió a Felip. Luis César, el entrenador del Gimnástic, fue expulsado al protestar la acción por entender que dos jugadores del Atlético de Madrid estaban en fuera de juego cuando el balón entraba en la portería. Las quejas del técnico del cuadro tarraconense no fueron tenidas en cuenta y el equipo de César Ferrando sólo tuvo que rentabilizar el gol en la segunda parte de la prórroga, en la que el rival obligó a lucirse a Leo Franco en alguna ocasión, para hacerse con el pase a los octavos.