L D (EFE) El dirigente portugués fue suspendido, además, de sus funciones como presidente de la LPFP y del Consejo de Administración del Metro de Oporto, cargos que hasta ahora ocupaba junto al de alcalde de la localidad de Gondomar (afueras de Oporto). Loureiro fue acusado de 18 delitos de corrupción deportiva por complicidad, cuatro de tráfico de influencias y uno de acto ilícito. Al salir del juzgado de Gondomar, Loureiro dijo sentirse relajado "para encarar el futuro" y dio las gracias a todos los vecinos de la localidad por el apoyo demostrado.
Junto a Loureiro está implicado también en este escándalo el presidente del Consejo de Arbitros de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), José Antonio Pinto de Sousa, que ayer fue puesto en libertad condicional, tras ser acusado de 21 delitos. Pinto de Sousa fue oído durante de cerca de seis horas por Ana Cláudia Nogueira, que decidió la libertad condicional del acusado al que se le prohibió desplazarse fuera del país.
El caso del "Silbato dorado" conmocionó al mundo deportivo portugués, después de que el pasado martes la Policía Judicial (PJ) detuviese a 16 sospechosos de delitos de tráficos de influencias, corrupción y falsificación de documentos. Loureiro aparece como el principal implicado en un escándalo que, de momento, ha "salpicado" a 16 dirigentes y árbitros del fútbol luso, en el que -supuestamente- se mezclarían la "compra" de árbitros para favorecer a determinados equipos, con casos de trato de favor en la concesión de licencias municipales.
Junto a Loureiro está implicado también en este escándalo el presidente del Consejo de Arbitros de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), José Antonio Pinto de Sousa, que ayer fue puesto en libertad condicional, tras ser acusado de 21 delitos. Pinto de Sousa fue oído durante de cerca de seis horas por Ana Cláudia Nogueira, que decidió la libertad condicional del acusado al que se le prohibió desplazarse fuera del país.
El caso del "Silbato dorado" conmocionó al mundo deportivo portugués, después de que el pasado martes la Policía Judicial (PJ) detuviese a 16 sospechosos de delitos de tráficos de influencias, corrupción y falsificación de documentos. Loureiro aparece como el principal implicado en un escándalo que, de momento, ha "salpicado" a 16 dirigentes y árbitros del fútbol luso, en el que -supuestamente- se mezclarían la "compra" de árbitros para favorecer a determinados equipos, con casos de trato de favor en la concesión de licencias municipales.