L D (EFE) La propia alineación de Pepe Mel no presagiaba grandes horizontes en ataque con un descolocado Vucko que no controló un balón ni por casualidad, bastante desasistido de ayudas del centro del campo. El Celta llegaba muchas veces, pero sin claridad, salvo en un par de remates de Mostovoi, algo forzado, y de Pinilla, con un balón cruzado que se marchó fuera por bien poco.
Por contra, el equipo vitoriano se centró en presionar la salida del rival y poco más. Algún córner llevó cierto peligro pero en realidad el debutante José Juan no pasó apuros destacables para mantener su puerta a cero. Una oportunidad de Edú perdida entre un bosque de piernas cerró una primera parte bastante floja y todo quedaba para la intensa reanudación, que transcurrió con cierta tranquilidad hasta que el gol de Gustavo López acercó la clasificación al equipo vigués.
Antes, una ocasión muy clara que Vagner no supo culminar con acierto dentro del área pequeña, pero la emoción llegó cuando Juan Pablo realizó una pifia de época en el disparo del hispano argentino que tomó un efecto hacia adentro en cuanto tocó en el pecho del meta. De ahí al final el Celta puso todo su empeño, a veces con demasiada prisa, y el Alavés aguantó a duras penas y con acumulación de efectivos el vendaval que se le venía encima.
Téllez impuso su fuerza para frenar a Milosevic, sustituto de Pinilla, pero fue Jesuli el que gozó de dos buenas oportunidades que no encontraron puerta de verdadero milagro. Con el tiempo cumplido, los nuevos discípulos de Antic aún dispusieron de un último cartucho en un rechace de un córner que Gustavo López enganchó con convicción pero de nuevo la fortuna fue esquiva en un lanzamiento local. Los enormes nervios del banquillo alavés se calmaron con el pitido final tras unos últimos minutos de auténtico sufrimiento que merecieron la pena para pasar una eliminatoria cimentada en su buen encuentro del partido de ida.
Por contra, el equipo vitoriano se centró en presionar la salida del rival y poco más. Algún córner llevó cierto peligro pero en realidad el debutante José Juan no pasó apuros destacables para mantener su puerta a cero. Una oportunidad de Edú perdida entre un bosque de piernas cerró una primera parte bastante floja y todo quedaba para la intensa reanudación, que transcurrió con cierta tranquilidad hasta que el gol de Gustavo López acercó la clasificación al equipo vigués.
Antes, una ocasión muy clara que Vagner no supo culminar con acierto dentro del área pequeña, pero la emoción llegó cuando Juan Pablo realizó una pifia de época en el disparo del hispano argentino que tomó un efecto hacia adentro en cuanto tocó en el pecho del meta. De ahí al final el Celta puso todo su empeño, a veces con demasiada prisa, y el Alavés aguantó a duras penas y con acumulación de efectivos el vendaval que se le venía encima.
Téllez impuso su fuerza para frenar a Milosevic, sustituto de Pinilla, pero fue Jesuli el que gozó de dos buenas oportunidades que no encontraron puerta de verdadero milagro. Con el tiempo cumplido, los nuevos discípulos de Antic aún dispusieron de un último cartucho en un rechace de un córner que Gustavo López enganchó con convicción pero de nuevo la fortuna fue esquiva en un lanzamiento local. Los enormes nervios del banquillo alavés se calmaron con el pitido final tras unos últimos minutos de auténtico sufrimiento que merecieron la pena para pasar una eliminatoria cimentada en su buen encuentro del partido de ida.
Ficha técnica del partido
Alavés, 0: Juan Pablo; Coira, Sarriegi, Téllez, Galván; Nacho, Pablo, Edu Alonso (Ochoa, m.74), Astudillo: Magno (Ángel m.87) y Vucko (Iván Alonso, m.65)
Gol: 1-0, m.68: Gustavo López
Árbitro: Esquinas Torres (Colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Juan Pablo, Giovanella, Berizzo, Galván, Pablo, Jesuli y Astudillo
Incidencias: Partido de vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en Balaídos ante unos 15.000 espectadores. El nuevo entrenador céltico, Radomir Antic, presenció el encuentro desde el palco