L. D. / EFE. - Tras la segunda jornada, Makinen lidera la prueba con más de seis minutos de ventaja sobre su compatriota de Peugeot Harri Rovanpera y a más de diez del noruego de Subaru Petter Solberg. El alemán Armin Schwarz (Skoda Octavia) es cuarto a 17:18.
En cuanto a Carlos Sáinz, parece que la mala suerte se ha cebado con él. Después de un inicio de campeonato impecable, en el que puntuó en las seis primeras citas, el madrileño tuvo que abandonar en el Acrópolis por problemas en su Focus, al igual que le ha sucedido este sábado cuando ha roto la correa de distribución.
Sáinz, que tiene una amplia experiencia en el Safari y que ha ganado esta prueba en 1992, era segundo en la general y el único capaz de poner en duda la victoria de un Makinen que terminó líder la etapa de ayer con un minuto y medio de ventaja sobre el español.
"Estoy muy decepcionado. Iba muy bien y el coche respondía", se lamentó el doble campeón del mundo en 1990 y 1992. "Me encontraba en condiciones de disputar la carrera a Makinen y he perdido una gran oportunidad. Una vez más, me persigue la mala suerte", añadió un desilusionado Sáinz.
Con la mayoría de los favoritos fuera de carrera por la dureza de las pistas de Kenia y por las adversas condiciones del viernes, Makinen afrontará la jornada decisiva sin necesidad de forzar su máquina y sin asumir riesgos innecesarios gracias a la tranquilidad que le da su amplia renta en la general provisional.
Este domingo se disputará la tercera y última etapa de esta edición del Safari, que cuenta con 816,46 kilómetros de recorrido total, 351,76 de los cuales estarán divididos en cuatro tramos cronometrados.
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En cuanto a Carlos Sáinz, parece que la mala suerte se ha cebado con él. Después de un inicio de campeonato impecable, en el que puntuó en las seis primeras citas, el madrileño tuvo que abandonar en el Acrópolis por problemas en su Focus, al igual que le ha sucedido este sábado cuando ha roto la correa de distribución.
Sáinz, que tiene una amplia experiencia en el Safari y que ha ganado esta prueba en 1992, era segundo en la general y el único capaz de poner en duda la victoria de un Makinen que terminó líder la etapa de ayer con un minuto y medio de ventaja sobre el español.
"Estoy muy decepcionado. Iba muy bien y el coche respondía", se lamentó el doble campeón del mundo en 1990 y 1992. "Me encontraba en condiciones de disputar la carrera a Makinen y he perdido una gran oportunidad. Una vez más, me persigue la mala suerte", añadió un desilusionado Sáinz.
Con la mayoría de los favoritos fuera de carrera por la dureza de las pistas de Kenia y por las adversas condiciones del viernes, Makinen afrontará la jornada decisiva sin necesidad de forzar su máquina y sin asumir riesgos innecesarios gracias a la tranquilidad que le da su amplia renta en la general provisional.
Este domingo se disputará la tercera y última etapa de esta edición del Safari, que cuenta con 816,46 kilómetros de recorrido total, 351,76 de los cuales estarán divididos en cuatro tramos cronometrados.
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