Rayo Vallecano 2 - Alavés 1 (Clasificado el Alavés)
El Deportivo Alavés prolonga su histórico andar europeo en su debut en la Copa de la UEFA, al acabar con el sueño del Rayo Vallecano, y obtener las semifinales pese a perder por 2-1 en un partido que quedó sentenciado con el tanto de Cruyff. El Rayo salió convencido de sus posibilidades de remontada pero el técnico del Alavés, Mané, ganó la batalla táctica de la ida y obtuvo una clara ventaja a su favor, tres goles. Hoy no arriesgó, jugando con la ventaja a su favor, decidió esperar antes de matar. Ubicó una defensa poblada, formada por cinco hombres, ante la que el Rayo sólo le quedaba una opción, atacar.
Por eso, Juande Ramos tomó el mando. Puso todo su arsenal ofensivo sobre el tapete, y jugó con dos delanteros, Bolo y Bolic, y la calidad de cuatro hombres ofensivos secundándolos, Michel, Luis Cembranos, Glaucio y Quevedo. Un alto riesgo en busca de la proeza. El pésimo encuentro de ida de los rayistas no dejará un punto negro en su indudable histórico andar por Europa con el cartel de novato. Equipos como Molde, Lokomotiv o Girondins cayeron fulminados por la picadura mortal de la "abeja vallecana". Curiosamente conjuntos antes los que el Rayo salía de víctima y con la conciencia tranquila consciente de haber hecho ya los deberes.
Esto no ocurrió con el Alavés. Los dos equipos destacaron la igualdad de la eliminatoria en la previa y a la hora de la verdad sólo existió un equipo, el que sigue adelante tras eliminar también a históricos europeos como Rosenborg o Inter de Milán. El ambiente fue de gala y de inicio sólo existió el Rayo, pero tantos jugadores de ataque terminaron atropellándose y no supo encontrar el camino del gol. Y eso que Michel a los tres minutos lanzaba una falta medida que se marchaba rozando el palo izquierdo, y dos minutos después Bolic no sabía concretar una jugada de equipo.
Pese a que el público alentaba por la remontada, la imagen tan seria del Alavés ponía las cosas en su sitio. Más todavía, cuando fue poniendo calma, adueñándose del esférico y creando las primeras ocasiones. En estas surgía la imagen de un gran jugador, Jordi Cruyff que materializaba la sentencia y silenciaba Vallecas. El gol hundió los ánimos del Rayo. A la desesperada y sin cabeza busco la proeza, pero la imprecisión ofensiva y la falta de disparos a puerta hacía imposible la remontada.
Sólo un arranque de raza de Quevedo al borde del descanso igualó el encuentro y devolvió la esperanza a un equipo que se veía obligado a buscar cuatro goles en la segunda mitad. Un espejismo, porque la seriedad del Alavés evitó cualquier milagro. Los primeros minutos de la reanudación terminaron de matar al Rayo. Hasta tres claras ocasiones marró antes de darse por vencido. Bolo y Quevedo solos dispararon alto, y un testarazo de Quevedo se estrellaba en el palo izquierdo. El Alavés dejó pasar los minutos y consciente de estar haciendo historia disfrutó en el terreno de juego. Al Rayo le quedó motivación para despedirse de su andadura histórica en Europa ganando, y Luis Cembranos ponía la guinda a la eliminatoria con un tanto de penalti, que dio paso a la fiesta vitoriana en la grada hermanado con la afición vallecana.
Celta 3 - Barcelona 2 (Clasificado el Barcelona)
El Barcelona ha alcanzado las semifinales de la Copa de la UEFA en un partido en el que el Celta lo puso todo, el fútbol, el esfuerzo y las ocasiones, pero dos golazos de Rivaldo concedieron el premio a un equipo rácano que fió todo a la efectividad del jugador brasileño. El partido comenzó con mucho nerviosismo por ambos bandos, broncas entre los jugadores y juego subterráneo. El Celta manejaba el balón mientras que el club azulgrana se defendía muy bien, ejerciendo una gran presión en todas las zonas del campo.
Bien enseñados del partido de ida, los catalanes taparon bien las bandas para que Gustavo López y Karpin tuvieran verdaderos problemas para enviar balones al área con garantías para los remates de Catanha.
El peligro nació siempre en las botas célticas por medio de Motovoi o López. A los 12 minutos Catanha estuvo cerca de inaugurar el marcador en una mala entrega de Reiziger al ruso que el brasileño finalizó con un tiro cruzado cerca del poste derecho. Pero la calidad individual le sirvió al Barcelona para ponerse por delante tras un error grave del peruano Juan José Jayo en el corte. Overmars arrancó como una flecha y su pase fue controlado con tranquilidad por Rivaldo que lanzó un zurdazo de tiralíneas a la escuadra. El conjunto de Serra Ferrer se puso por delante sin haber hecho prácticamente nada en el aspecto ofensivo, en una excepcional porcentaje de acierto.
A pesar de ello, el Celta no se vino abajo y Mostovoi ideó un magnífico pase al borde del área que Catanha materializó de potente disparo desde de la frontal y bien pudo certificar la remontada en una bonita pared entre el propio ariete y Giovanella en el minuto 40. Pero el Barcelona tiene a Rivaldo y es un lujo que da mucho de sí. A los 43 minutos, el brasileño volvió a mandar de paseo el balón por la escuadra en un libre directo a unos 25 metros de la portería de un desesperado José Manuel Pinto.
El primer tanto había sido un jarro de agua fría pero este segundo fue un verdadero mazazo para la moral y sus aspiraciones celestes. Habían defendido bien y atacado con cierto peligro y se encontraban en la obligación de anotar al menos tres goles más para seguir en Europa.
Tras el descanso, Víctor Fernández se la jugó dando entrada al brasileño Edu por el lateral Juanfran. El Celta acumuló hombres en la zona de ataque aunque la poblada defensa azulgrana siempre incomodó la tarea de los futbolistas creativos del rival.
Los célticos empataron merced a un penalti absurdo de Petit sobre Mostovoi cuando éste se prestaba a cabecear y la transformación de López abrió un pequeño hueco a la esperanza para la afición local. Esa esperanza pudo ser mayor cuando Edu, a seis minutos de la conclusión, ganó limpiamente en el salto a Reina y Mostovoi remachó de cerca a la red, pero el árbitro se alió con el conjunto de Serra Ferrer y no concedió validez a este gol que hubiera puesto la eliminatoria al rojo vivo. Los azulgranas confiaron en su ventaja en los momento finales con Kluivert totalmente desasistido. El Celta no cejó en su empeño y buscó el gol hasta la extenuación y Mostovoi logró que al menos el triunfo parcial cayera del bando celeste, porque apenas hubo tiempo para más.
El Deportivo Alavés prolonga su histórico andar europeo en su debut en la Copa de la UEFA, al acabar con el sueño del Rayo Vallecano, y obtener las semifinales pese a perder por 2-1 en un partido que quedó sentenciado con el tanto de Cruyff. El Rayo salió convencido de sus posibilidades de remontada pero el técnico del Alavés, Mané, ganó la batalla táctica de la ida y obtuvo una clara ventaja a su favor, tres goles. Hoy no arriesgó, jugando con la ventaja a su favor, decidió esperar antes de matar. Ubicó una defensa poblada, formada por cinco hombres, ante la que el Rayo sólo le quedaba una opción, atacar.
Por eso, Juande Ramos tomó el mando. Puso todo su arsenal ofensivo sobre el tapete, y jugó con dos delanteros, Bolo y Bolic, y la calidad de cuatro hombres ofensivos secundándolos, Michel, Luis Cembranos, Glaucio y Quevedo. Un alto riesgo en busca de la proeza. El pésimo encuentro de ida de los rayistas no dejará un punto negro en su indudable histórico andar por Europa con el cartel de novato. Equipos como Molde, Lokomotiv o Girondins cayeron fulminados por la picadura mortal de la "abeja vallecana". Curiosamente conjuntos antes los que el Rayo salía de víctima y con la conciencia tranquila consciente de haber hecho ya los deberes.
Esto no ocurrió con el Alavés. Los dos equipos destacaron la igualdad de la eliminatoria en la previa y a la hora de la verdad sólo existió un equipo, el que sigue adelante tras eliminar también a históricos europeos como Rosenborg o Inter de Milán. El ambiente fue de gala y de inicio sólo existió el Rayo, pero tantos jugadores de ataque terminaron atropellándose y no supo encontrar el camino del gol. Y eso que Michel a los tres minutos lanzaba una falta medida que se marchaba rozando el palo izquierdo, y dos minutos después Bolic no sabía concretar una jugada de equipo.
Pese a que el público alentaba por la remontada, la imagen tan seria del Alavés ponía las cosas en su sitio. Más todavía, cuando fue poniendo calma, adueñándose del esférico y creando las primeras ocasiones. En estas surgía la imagen de un gran jugador, Jordi Cruyff que materializaba la sentencia y silenciaba Vallecas. El gol hundió los ánimos del Rayo. A la desesperada y sin cabeza busco la proeza, pero la imprecisión ofensiva y la falta de disparos a puerta hacía imposible la remontada.
Sólo un arranque de raza de Quevedo al borde del descanso igualó el encuentro y devolvió la esperanza a un equipo que se veía obligado a buscar cuatro goles en la segunda mitad. Un espejismo, porque la seriedad del Alavés evitó cualquier milagro. Los primeros minutos de la reanudación terminaron de matar al Rayo. Hasta tres claras ocasiones marró antes de darse por vencido. Bolo y Quevedo solos dispararon alto, y un testarazo de Quevedo se estrellaba en el palo izquierdo. El Alavés dejó pasar los minutos y consciente de estar haciendo historia disfrutó en el terreno de juego. Al Rayo le quedó motivación para despedirse de su andadura histórica en Europa ganando, y Luis Cembranos ponía la guinda a la eliminatoria con un tanto de penalti, que dio paso a la fiesta vitoriana en la grada hermanado con la afición vallecana.
Celta 3 - Barcelona 2 (Clasificado el Barcelona)
El Barcelona ha alcanzado las semifinales de la Copa de la UEFA en un partido en el que el Celta lo puso todo, el fútbol, el esfuerzo y las ocasiones, pero dos golazos de Rivaldo concedieron el premio a un equipo rácano que fió todo a la efectividad del jugador brasileño. El partido comenzó con mucho nerviosismo por ambos bandos, broncas entre los jugadores y juego subterráneo. El Celta manejaba el balón mientras que el club azulgrana se defendía muy bien, ejerciendo una gran presión en todas las zonas del campo.
Bien enseñados del partido de ida, los catalanes taparon bien las bandas para que Gustavo López y Karpin tuvieran verdaderos problemas para enviar balones al área con garantías para los remates de Catanha.
El peligro nació siempre en las botas célticas por medio de Motovoi o López. A los 12 minutos Catanha estuvo cerca de inaugurar el marcador en una mala entrega de Reiziger al ruso que el brasileño finalizó con un tiro cruzado cerca del poste derecho. Pero la calidad individual le sirvió al Barcelona para ponerse por delante tras un error grave del peruano Juan José Jayo en el corte. Overmars arrancó como una flecha y su pase fue controlado con tranquilidad por Rivaldo que lanzó un zurdazo de tiralíneas a la escuadra. El conjunto de Serra Ferrer se puso por delante sin haber hecho prácticamente nada en el aspecto ofensivo, en una excepcional porcentaje de acierto.
A pesar de ello, el Celta no se vino abajo y Mostovoi ideó un magnífico pase al borde del área que Catanha materializó de potente disparo desde de la frontal y bien pudo certificar la remontada en una bonita pared entre el propio ariete y Giovanella en el minuto 40. Pero el Barcelona tiene a Rivaldo y es un lujo que da mucho de sí. A los 43 minutos, el brasileño volvió a mandar de paseo el balón por la escuadra en un libre directo a unos 25 metros de la portería de un desesperado José Manuel Pinto.
El primer tanto había sido un jarro de agua fría pero este segundo fue un verdadero mazazo para la moral y sus aspiraciones celestes. Habían defendido bien y atacado con cierto peligro y se encontraban en la obligación de anotar al menos tres goles más para seguir en Europa.
Tras el descanso, Víctor Fernández se la jugó dando entrada al brasileño Edu por el lateral Juanfran. El Celta acumuló hombres en la zona de ataque aunque la poblada defensa azulgrana siempre incomodó la tarea de los futbolistas creativos del rival.
Los célticos empataron merced a un penalti absurdo de Petit sobre Mostovoi cuando éste se prestaba a cabecear y la transformación de López abrió un pequeño hueco a la esperanza para la afición local. Esa esperanza pudo ser mayor cuando Edu, a seis minutos de la conclusión, ganó limpiamente en el salto a Reina y Mostovoi remachó de cerca a la red, pero el árbitro se alió con el conjunto de Serra Ferrer y no concedió validez a este gol que hubiera puesto la eliminatoria al rojo vivo. Los azulgranas confiaron en su ventaja en los momento finales con Kluivert totalmente desasistido. El Celta no cejó en su empeño y buscó el gol hasta la extenuación y Mostovoi logró que al menos el triunfo parcial cayera del bando celeste, porque apenas hubo tiempo para más.