Juan Ortega, el torero revelación de 2020: "En el toreo cuanto más despacio, mejor"
El torero sevillano habló en esRadio después del triunfo en Jaén y de cómo se ha convertido en la revelación de la extraña temporada de 2020.
Juan Ortega (Sevilla, 1990) acaba de estrenar los 30 años, los mismos que Enrique Ponce lleva de matador de toros. El torero, que tomó la alternativa en Pozoblanco (Córdoba) de manos del maestro de Chiva el 27 de septiembre de 2014, es de los que ha tardado en romper y no fue hasta su regreso a Madrid en 2018 cuando se volvió a hablar de lo despacio que torea. Un torero de corte clásico.
En esta temporada del coronavirus se han dado pocas corridas pero Ortega es uno de los que está aprovechando cada oportunidad que le han dado. La primera en Linares el 30 de agosto cuando desorejó a un toro de Juan Pedro Domecq, la segunda el pasado 12-O en Córdoba con Morante de la Puebla en la que dejó un toreo cargado de quilates y la tercera en la Feria de San Lucas de Jaén de la que ha salido triunfador tras la gran faena al toro ‘Basurilla’ de Victoriano del Río, al que se le dio la vuelta al ruedo.
En el programa Es Toros de esRadio el toreo sevillano habló del momento que está viviendo y aseguró que le "ilusiona como torero" que "los aficionados esperen algo de ti". Algo que es "parte del toreo". Sobre su forma de torear, despacio, con los pies asentados y con una tauromaquia de corte clásico dijo que "es lo que desde niño" le fueron transmitiendo, que "en el toreo cuanto más despacio, mejor". Piensa que "cuanto más consigas atemperar las embestidas, cuando llegas a ese temple es cuando todo se armoniza y cuando despliegas tu naturalidad, lo tuyo".
"Es lo que yo intento hacer", dijo el matador de toros y apuntó que "al final he comprendido que eso, en el toreo, seas más o menos aficionado, llega" y es "lo que hace perder los papeles a la gente". "A mí me pasa como aficionado. Cuando estoy en una plaza y veo ese punto de armonía, naturalidad, hacer las cosas despacio… Pues te pega un vuelco el corazón y eso da igual que seas de Sevilla, de Madrid o que seas de Francia, eso le gusta a todo el mundo", sentenció.
El torero, que está en boca de todos los aficionados desde que en Las Ventas cuajara un toro al natural, pidió "paciencia". Dijo que "igual que el aficionado tiene que tener paciencia el torero tiene que mucha paciencia también" porque "llegar a realizar todo esto es algo que cuesta mucho interiorizar y naturalizar". Juan Ortega aseguró que "necesitas que vaya pasando el tiempo, que tú lo vayas macerando" y confesó que en ese proceso "se sufre mucho".
"Ves que te vas quedando atrás o que tú tienes contenido que quieres sacar, no sale y no te llega y quieres hacer una cosa y no eres capaz", explicó. Ortega, también cree que "al final todo es doma" y que "de todo vas aprendiendo, todo te lo vas quedando y al final van pasando los años y cuando te vas queriendo dar cuenta van saliendo las cosas".
El matador de toros también habló de los años en los que no salían las cosas y estuvo sin entrar en las ferias. Recordó que "son años en los que se pasa muy mal" y que "no encuentras la oportunidad". Sin embargo, Juan Ortega se siente "un afortunado" en ese aspecto. Explicó que él se siente "feliz y realizado" con su profesión. "Pero no sólo pegándole 10 naturales a un toro", señaló. "Cuando cojo la muleta cada día, cuando me imagino lo que le puedo hacer a un toro, cuando voy al campo y soy capaz de hacerle algo a una vaca… En esos años en los que no eres capaz de recibir ningún tipo de recompensa en la plaza la encontraba en mi entrenamiento, en mis estudios, en mis conversaciones con toreros, en el campo… yo era capaz de encontrar la fuerza y la ilusión ahí".
Las dos almas de Sevilla
Desde el gran triunfo de Pablo Aguado en la Feria de Sevilla de 2019 muchos han intentado buscarle un oponente. Juan Ortega aún espera el momento de volver a pisar el ruedo de La Maestranza como iba a ocurrir esta temporada si el coronavirus no se hubiera cruzado en nuestro camino. En la capital andaluza se ya le ven como el contrapunto a Aguado aunque ambos tengan un estilo parecido.
Ortega, que se confiesa trianero, dijo sobre una competencia con Pablo Aguado que "si eso se materializase es lo mejor que le podría pasar a Sevilla" y que le "encantaría". La historia de la capital andaluza y sus rivalidades "es como yo lo siento en el fútbol con el Sevilla y el Betis", dijo el torero. Además aseguró que es bético no como Aguado que es sevillista.
Sobre su formación taurina Juan Ortega contó que le "alimenta" saber "de dónde venimos". "En el toreo ha habido toreros que han marcado el camino de todos los que venimos detrás, el devenir de la fiesta brava", apuntó Ortega que ve importante "conocerlos, aprender, leer sus hazañas, comprender su tauromaquia, ver sus fotografías y vídeos". Para el matador de toros "es una cosa que me siento con la obligación de conocer, una forma de agradecer al toreo lo que a mí me da".
La importancia de la televisión
La televisión se ha convertido en un elemento fundamental en esta temporada de restricciones de público en las plazas de toros y que suponían el primer ingreso para las empresas. Gracias a que se han televisado la gran mayoría de los pocos festejos que se han dado han podido salir adelante. Además uno de los beneficiados ha sido Juan Ortega.
Ortega dijo que a él la televisión le ha "ayudado a magnificar todo". "En esos momentos en los que uno necesita darse a conocer, necesita expresar su tauromaquia y marcar su camino al final el mejor medio que tiene es la televisión".
La Feria de San Lucas de Jaén
Juan Ortega se ha convertido en triunfador de la Feria de San Lucas de Jaén. En esa corrida que abría el abono el sábado 17 se acarteló junto a Enrique Ponce, que celebró los treinta años de alternativa, y con Curro Díaz. Se lidió un encierro de Victoriano del Río en el que destacó el sexto, ‘Basurilla’, que desorejó Juan Ortega. Ponce cortó una oreja a su segundo y Curro Díaz cuajó al 5º.
En corrida de rejones matinal del domingo 18 el gran triunfador fue Guillermo Hermoso de Mendoza frente a toros de Carmen Lorenzo y El Capea. El navarro cortó cuatro orejas y un rabo y le acompañaron Leonardo Hernández y Léa Vicens.
Para cerrar la feria de San Lucas la empresa Tauroemoción programó un mano a mano entre dos toreros en que están en un gran momento de forma, Daniel Luque y Emilio de Justo, con toros de La Quinta, Juan Pedro Domecq y Núñez del Cuvillo. Destacaron los dos cuvillos y ambos matadores que cortaron cinco orejas.
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