Las medidas sanitarias impuestas por el Gobierno y las CCAA con motivo de la pandemia del coronavirus han supuesto que se suspendan el 86% de los festejos en las plazas y casi la totalidad de los encierros y las fiestas con toros en las calles. La crisis de la covid-19 puede suponer un coste que rondará los 100 millones de euros al sector de la ganadería de bravo y el sacrificio de unos 12.000 animales en 2020.
En el programa Es Toros de esRadio el ganadero y presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), Antonio Bañuelos, comentó esta situación inédita a la que se enfrenta la cabaña brava y el último movimiento de unión dentro del sector del toro, la llamada Gira de Reconstrucción de la tauromaquia que dio el pistoletazo de salida el pasado fin de semana en la localidad cordobesa de Cabra.
La unión dentro del sector de la tauromaquia, que engloba varias asociaciones profesionales que representan los intereses de los distintos protagonistas de la Fiesta, está cada vez más cerca de ser una realidad. Desde hace mucho tiempo, sobre todo desde que el mundo del toro sufre los ataques indiscriminados del animalismo y las prohibiciones de la izquierda populista y los nacionalismos periféricos, se ha venido demandando un acercamiento entre los distintos sectores que engloba la tauromaquia. Esta unión, que no terminaba de concretarse del todo, ha dado en los últimos días un paso de gigante gracias al apoyo de la Fundación Toro de Lidia (FTL). La entidad presidida por el ganadero Victorino Martín ha sentado a las distintas patronales para dar a luz un proyecto que puede ser la base del futuro de la tauromaquia.
Antonio Bañuelos contó que, pese a los meses de reuniones y búsqueda de acuerdos, todo se cerró "un día antes de hacer la presentación". La semana pasada se firmó "un acuerdo por parte de las cuadrillas, de los toreros, los empresarios y la UCTL, todo bajo el paraguas de la FTL", dijo. El ganadero destacó que todo "lo ha dirigido muy bien" y con "generosidad y esfuerzo Victorino Martín" y que "se ha logrado por primera vez la unión del sector porque hemos tenido que estar hundidos para poder que unirnos". El presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia remarcó que "ahora hay que aprender la lección" y que "juntos" podrán "mantener el sector y mantenernos todos dentro del sector" para que "el daño sea el menos posible".
Cree que "tiene que haber una sola voz y un grupo fuerte" frente a "las instituciones y Bruselas" y que se "calcule la cabaña de bravo que tiene que haber para 2021". El ganadero indicó que "si no se regula se puede producir una saturación entre la oferta y la demanda". Contó "que se tenían que haber lidiado a fecha de hoy cerca de 8.000 toros" y que si lo sumas a "los festejos populares serían 10.000". Sin embargo la cifra según el presidente de la UCTL no debe llegar a 100.
"Si no se autorregula cada ganadero, se puede acumular el stock para el año que viene" dijo Antonio Bañuelos que cree que esto servirá para que "no se ponga en valor" cada animal porque "con un exceso de oferta se tira el precio del toro". El ganadero también destacó que debido a la pandemia y a que "la hostelería está parada", en los mataderos "ya no pueden recibir reses".
Ante estos excedentes el valor de la carne de toro de lidia ha caído en picado. Bañuelos confesó que "es muy triste y muy duro para el mayoral, el vaquero y el ganadero embarcar destino del matadero reses que se han criado como ningún animal". Esa es la clave que puede dar la puntilla a los ganaderos de toros bravos ya que el coste de producción de cada toro que llega a la plaza está entre los 3.500 y 5.000 euros. Los ganaderos han "equilibrado la alimentación" y "cuidado hasta el extremo el manejo y la sanidad" de estos animales. "No hay ningún animal que se críe como el toro de lidia" apuntó el presidente de la UCTL.
Más de 500.000 hectáreas en España para el toro
Antonio Bañuelos también habló de la importancia para la ecología y el medio ambiente que tiene la crianza del toro de lidia. El ganadero y presidente de la UCTL explicó que los ganaderos tienen sobre sus "espaldas", de "forma voluntaria y al mismo tiempo obligada", "mantener por el bien del ecosistema y la biosfera española las 500.000 hectáreas de pastizal y dehesa declaradas por la UE de alto valor natural".
"Son cientos de miles de hectáreas dedicadas al pastoreo del ganado bravo que fija a la población rural, a la mujer en el campo rural y fija los puestos de trabajo", dijo el ganadero. Bañuelos aseguró también que "esta es una empresa en crisis como todas las que hay en el país" y como es "una más" los ganaderos "no tenemos por qué pedir unas subvenciones excepcionales".
El ganadero apuntó que la cría de ganado bravo "es un caso excepcional, por ser un producto que consume a diario y que es perecedero porque tiene una edad límite". En este sentido se dirigió a "las consejerías del medio ambiente de las CCAA ya que el Gobierno les ha transferido las responsabilidades sobre este sector". El presidente de la UCTL ha contado que se dirigen a ellos "para que se nos compense al menos el esfuerzo que hacemos en mantener todo este territorio que influye en el clima, la flora y la fauna".