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Muere 'el Pana', el último bohemio del toreo mexicano

La tremenda cogida sufrida el pasado mayo en Ciudad Lerdo, en México, de la quedó tetrapléjico, ha acabado finalmente con su vida.

La muerte a los 64 años de Rodolfo Rodríguez, el Pana, ha dejado al toreo mexicano sin uno de sus más carismáticos, bohemios y extravagantes representantes, un personaje único, forjado en la escuela de la calle y que abusó de la mala vida hasta llegar a convertirse en ídolo por la singularidad de su toreo.

Rodolfo Rodríguez (Apizaco, México, 1952) encontró en la tauromaquia una vía de escape para huir de su vida cotidiana, en la que ejercía como panadero, de ahí su apodo, y enfrentarse a su propia cobardía, a sus miedos más recónditos, los cuales vencía al enfundarse un traje de luces.

El Pana se convirtió en todo un revolucionario sin pretenderlo, un loco soñador que llegó a ser grande sin apenas llegar a nada, un hombre capaz de enamorar y de desesperar por igual gracias a ese halo de misterio y romanticismo que siempre envolvió al personaje.

El Pana debutó en España en 2008 mano a mano con Morante de la Puebla en Vistalegre (Madrid), en el que fue el primero de los pocos festejos que llegó a torear en la madre patria del toreo: Cuenca, en 2013; Tarazona de la Mancha (Albacete) y Guadalajara, en 2014; y Antequera (Málaga), en 2015. El Pana se fue sin cumplir el anhelo de confirmar alternativa en Madrid.

Este año iba a retomar negociaciones con la empresa de Las Ventas, pero el destino ha querido que no fuera así. La tremenda cogida sufrida el pasado 1 de mayo en Ciudad Lerdo, de la quedó tetrapléjico, ha acabado finalmente con su vida.

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