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Raúl Vilas

Las dos caras de la Fiesta

Uno sale de la plaza conmocionado por el capote de Morante y la muleta de El Cid y el teléfono no deja de vibrar. Mensajes y llamadas a tutiplén: "¿Has visto la cogida de Aparicio?" La vi, sí, pero desde el siete no pude apreciar la gravedad. Tenía mala pinta, eso sí. Perdió el pie se fue al suelo y el toro le embistió en la cara. Entró en la enfermería y la tarde siguió su curso. Ahora veo las imágenes y comprendo el impacto general. Espeluzante. La cara negra de la Fiesta, terrible e imprescindible para que esto tenga sentido . La sangre en la arena, la muerte acechando. Ese es el rito. Incomprensible e irracional, claro. Hablamos de emociones.

Emociones. La barbarie pinta al taurino como un ser ávido de sangre. Y en mi retina, hoy, sigue el capote de seda de Morante y la muleta mágica de El Cid. Pero hay vida más allá del siete, más allá de sol, más allá de Las Ventas. Allá donde los medios de masas ignoran la Fiesta. Allá donde la imagen es la cara del pobre Aparicio atravesada por el pitón del jabonero juanpedro. Y, ay, cuando el morbo nos brinda carnaza para el gran público. San Isidro abre hoy los informativos. Hipocresía.

Julio va a salir de esta. ¡Olé torero!

La corrida de Juan Pedro Domecq ha sido infame. Mal presentada, desigual de hechuras y mansa muy mansa. Tres, no uno, ni dos, tres toros o gatos, vaya usted a saber, se fueron devueltos a los corrales. Si uno no tiene corrida para Madrid que no venga. Un poco de responsabilidad. Juan Pedro no vuelvas más. Piérdete.

Emociones. Dos toreros, dos, quedaron sobre el ruedo de Las Ventas. Los bichos no daban para más. Morante rompió con el capote al quinto (tris).  La capa a cámara lenta como la seda. ¡Vaya quite! Mandando, templando, bordando el toreo. Sublime. Conmovedor. 

El sexto, lo único bueno de la juanpedrada. Tenía muchísima calidad por el pitón derecho. Y se encontró a El Cid. Sí, era El Cid. Manuel Jesús Cid.

Abro paréntesis. Corto y pego de mi anotación de hace dos días:

 ¿Qué méritos ha contraído para esa sustitución el de Salteras? Ojalá me deje mal mañana y vuelva esa muleta que añoramos todos.
 
Me ha dejado mal. No sabéis cuánto me alegro . Cuatro tandas buenas, buenas, muy buenas, por la derecha. Firme, en su sitio, templando, profundo. Sí, era El Cid. Por la izquierda no va y el toro se acaba pronto. Lástima. Si dura un poco más sale a hombros.
Oreja de ley . De mucho más peso que la de Perera del otro día.

Salgo de la plaza y suena el móvil. ¿Aparicio? Emociones.  

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