Al hilo de lo que dice etri, propongo una cuestión: ¿podría ser que los aficionados entendiesen más de toreros que de toros?
Me explico, cuando uno va a Las Ventas, ve que los gritones siempre les piden lo mismo a todos los toreros: que se crucen, que bajen la mano, etc. Pero lo cierto es que no con todos los toros se puede hacer lo mismo. Por ejemplo, hay muchos toros que si les bajas la mano se caen, y el pobre torero tiene que subir la mano para que no se le caiga el toro y, a la vez, aguantar como los de siempre le están gritando por no bajar la mano.
Es decir, a mí me parece que los gritones (no confundir con los aficionados, y, mucho menos con el “respetable”) tienen muy claro lo que tiene que hacer el torero en un lidia ideal, pero no saben que según el toro que salga, hay que hacer unas cosas, u otras, y que muchas veces el torero no puede hacer lo que le gustaría, sino lo que el toro requiere.
El toro que mató a Paquirri, a Yiyo, el que casi mata a Jose Tomás, y tantos otros de tragedias, siempre han sido toros más bien de esos que vosotros llamais cabras o gatos, claro que comparados con los búfalos que se lidian en las Ventas, parecen gatitos de angora. La mayoría de los aficionados de Madrid se han dejado embaucar por esos protestones de todo. Ayer mismo la corrida de Parladé tenía 5 años y con buen trapío y se vió lo que tenía que pasar,hermanos de la que se lidió el año pasdo y que embistieron varios toros, pero con un año más para que tuviera el trapío suficiente y ahí el fracaso, eso no quita para que haya toros cinqueños que embistan. Si a una persona le pones 40 kilos más de su morfología natural, no podrá correr ni moverse igual que la persona que está en su peso normal, pues el toro idem de idem, si tiene que pesar 600 kilos y pitones que no caben en la muleta, pues es normal que de 200 embistan 10 como mucho. Yo no digo que en Madrid se lidien toros como en los pueblos o plazas de menor categoría, simplemente que toros con 500 kilos y con trapío suficiente para esa plaza darían mejor juego, otra cosa es la falta de casta actual en todas las ganaderías, pero eso es cuestión aparte. Me juego lo que sea que esos de las cabras si oyeran al lado suyo tan solo el resoplido de una cabra de esas, la casa dodotis no le daba abasto, y sus gritos se cambiarían por lo menos por un respeto mientras se lidia.
Un saludo a los aficionados.
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Además, yo creo que lo primero es el respeto a los que se están jugando la vida en el ruedo. Lo podrán hacer bien o mal, pero lo cierto es que les están pasando los cuernos de un toro enorme a menos de 10 cm de su cuerpo, como muy lejos. Y eso merece respeto, no gritos, ni insultos. Y más, durante la lidia, que es cuando el torero debe estar concentrado por el simple hecho de que se está jugando, literalmente, la vida. Y aquel que no respeta al torero, me parece un broncas, un maleducado, y no merece mi respeto. Y, lamentablemente, no son pocos los que en Las Ventas no respetan al torero. Y yo creo que la fiesta ganaría mucho en Las Ventas si se cambiase la bronca por el respeto.
Otra cosa es que Taurodelta no lo esté haciendo bien, o lo esté haciendo abiertamente mal. De acuerdo. Pero: ¿Cuántos de los broncas usan el libro de reclamaciones al final de la corrida (que me imagino que existirá, y si no existe, hay que protestar por ello)? ¿Cuántos escriben a la Comunidad de Madrid protestando? Yo no se cuantos, pero tengo la sensación de que pocos. Los broncas prefieren ir a la plaza, gritar, insultar (bajo el influjo del alcohol en muchas ocasiones, por cierto), y luego a casa a descansar hasta la siguiente corrida – bronca.
Pues Raúl, debo decirte que discrepo de tus discrepancias. Aunque, eso sí, creo que debo matizar mis palabras, pues las generalizaciones siempre son erróneas.
Ni la afición de Madrid es siempre igual, ni toda la afición de Madrid es igual entre sí. Según dicen los que son aficionados de toda la vida (porque yo debo confesar que voy a Las Ventas desde hace sólo 5 años) últimamente Las Ventas está más bronquista de lo habitual. Si bien yo sólo puedo hablar de lo actual, que es lo que conozco. Y tampoco todos los aficionados son iguales, desde luego. Por ejemplo, el año pasado, al final de la feria muchos estábamos tan hartos de los bronquistas que se abucheó en varias ocasiones a algún bronquista habitual del 7.
Pero eso no quita para que yo afirme, y mantenga, que hoy en día el ambiente de Las Ventas sea bronquista, no exigente. Puede que sea que unos pocos bronquistas (de los que algunos malpensados llegan a decir que no son desinteresados) han conseguido dominar el ambiente, y arrastrar a algún pobrecillo sin personalidad que se les une (por ejemplo, me he fijado que los bronquistas profesionales tienen más éxito entre los que tienen detrás, que entre los que tienen delante), pero lo cierto es que el ambiente llega a ser muy desagradable por culpa de estos broncas.
Y sobre que torear en Las Ventas es desagradable para cualquier torero, creo que es cierto. Porque los toreros cobran por jugarse la vida, que ya es bastante, no por aguantar insultos y gritos de gente con más o menos criterio. Porque los broncas no siempre tienen razón, que esto también hay que tenerlo en cuenta. Y muchas veces protestan cosas que están bien, y no dicen nada de cosas que están mal, como bien ha comentado justivir (ya digo que hay malpensados que dicen que los broncas de Las Ventas no actúan desinteresadamente).
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Raúl, de acuerdo, pero lo del toro-pony está inventado desde hace tiempo. Se llama toro-artista. Es un animal con cuernos que, tras el primer arañazo en el caballo, cae con estrépito en el albero y se queda tendido hasta que, diligentes, los subalternos le tiran del rabo para ponerlo en pie, digo, en pezuña. En Murcia sabemos de eso mucho, ¿verdad, Bernal? Los juampedros son unas fieras peligrosísimas que convierten a los miura en ovejitas del campo.
En general, la afición de Madrid es lamentable, pero porque protesta poco. Si tuviéramos 10 tendidos 7 otro gallo cantaría. Si no fuera por los pocos aficionados que día tras día en la Feria y domingo tras domingo en plena temporada cuando en Las Ventas sólo se ve cemento, reclaman el toro ÍNTEGRO y el toreo de verdad, y claman contra el medio-toro y el destoreo, el nivel de la plaza de Madrid sería incluso más bajo del que padecemos.
No hay que engañarse. En tiempos, bastaba con que el Ronquillo se levantara y dijera que no con la cabeza para que una oreja no valiera. Era suficiente, no hacía falta gritar y 'armar bronca' para denunciar el fraude. Claro. Entonces los restantes 23.000 tíos no estaban lanzando claveles, pidiendo orejas ni mentándole a la madre, como ahora. Y por cuatro, porque lamentablemente son cuatro, que todavía exigen el toreo en su plenitud y no la farsa que vemos actualmente dicen que la afición de Madrid es bronquista. Pues vale.
Yo no creo que la afición se abronquista pero sí que hay una mayoría silenciosa subyugada por una minoría bronquista y por un reducto definitivamente intransigente. De todos modos, a veces hasta se quedan cortos porque ha habido cierto número de cabras trotando por el coso venteño que no han merecido especiales protestas del supuestamente intransigente respetable.
En cuanto a los éxitos de la feria, olvida usted, don Raúl, al novillero Juan del Álamo que el pasado lunes se llevó, con todo merecimiento, una oreja
Raúl casi estamos de acuerdo, pero siempre se caracterizan o mejor dicho se diferencian las categorías de las plazas y sus aficionados por la calidad de su público, por entendido y crítico, y ahora que me digan a mí si en lo que vá de San Isidro se diferencia Madrid de cualquier pueblo de la mitad norte de España, porque en cuanto al tamaño del toro es el mismo que se exige en esa zona, grande, cornalón y fuera de echuras porque para esos tamaños, si no son Miura, están todos fuera de su morfología, en Madrid siempre se ha querido el toro con trapío que es cosa distinta al tamaño tipo buey que es lo que demandan día tras día esos "entendidos" del 7, y claro trás 200 toros en la feria es normal que embistan algunos y se equivoque a la gente que ese es el toro de Madrid. Pero querido Raúl, el problema de Madrid es que antes esos malaficionados, solo eran tenidos en cuenta para cuando de verdad se tenía que devolver un toro, pero ahora, entiendo que es duro de aceptar, son esos señores los que mandan en la plaza, y vosotros los buenos aficionados sois los que estais consintiendo eso, y esa es la imagen que a vuestro pesar estais dando en el resto de España. De todas formas sigue siendo el centro mundial del toreo, pero ojo los detractores de la fiesta están ganando terreno y esos aficionados protestones de todo, les dán dia tras dias más fuerza para seguir luchando.
Suelo estar muy de acuerdo con ud. sñr Vilas, pero en esta ocasión discrepo. Me parece una un giro demasiado forzado hablar de la mala educación que en muchas ocasiones demuestra la grada de las ventas para acabar metiéndole un rejón a taurodelta. Aunque, por otro lado, creo que lo merece. A mí si me ha parecido en más de una ocasión que la educación brilla por su ausencia, no así con los toros como con los toreros. Son gente que se juega la vida en el ruedo, y que se la ganan con ello. Pero el noble arte de la fiesta creo que debería estar a más altura que los chascarrillos y reproches que desde la grada se lanzan con demasiada ligereza sobre hombres y bestias.
Lo de ayer de la novillada fué ya indignante, novillos que se merecían banderillas negras más de la mitad, fueron aplaudidos en el arrastre por mucha gente, también es verdad que pitados por muchos otros, pero es que ahí no había lugar a discrepancia alguna, dos novillos que parecían estar toreados, se le pita a los novilleros en vez de formarle una bronca tremenda a la empresa, al mayoral o a quien quieran, pero no al novillero que es el más debil y a por ese como valientes que fueron muchos, desde luego que cada vez más se ve la diferencia de saber y estar entre la afición de Madrid y la de Sevilla, Valencia y tantas otras plazas.