Victorino

Hubo que esperar a la séptima de feria para ver un lleno en los tendidos de La Maestranza. Era la corrida Victorino Martín. Expectación y decepción. Hace dos temporadas que los victorinos no dan lo que esperamos de ellos. Un toro diferente, pendenciero pero noble, del que huyen las figuras. Es una pésima noticia para la Fiesta y para la cabaña brava, amenazada por la cada vez mayor omnipresencia del monoencaste osborne-domecq. No se trata de que uno sea mejor que otro –en las últimas temporadas Victoriano del Río, Núñez del Cuvillo o Fuente Ymbro, entre otras, han dado extraordinarias corridas- pero los aficionados queremos variedad. Cada toro tiene su lidia y todos -aficionados, empresas, apoderados- tenemos nuestra parte de culpa en haber permitido a las figuras que impongan su criterio de forma tan determinante. Se lo estamos poniendo muy fácil. Es justo reconocer a toreros como El Cid, que ayer, una vez más, mató una corrida de las “duras”.

Victorino pegó dos petardazos importantes la pasada temporada en Las Ventas. Lo de ayer, cuentan las crónicas, no fue tan grave. Descastada y floja sí, pero una corrida seria y bien presentada. El ganadero ha renunciado a Madrid esta temporada, consciente que no podía ofrecer una corrida acorde a las exigencias de la primera plaza del mundo. Una decisión que le honra. Creo, humildemente, que no debemos ensañarnos con Victorino. Su trayectoria le avala como uno de los mejores, si no el mejor, ganadero. Confiemos en que pronto veremos embestir con su característico galope a los victorinos de siempre. La Fiesta lo necesita. Mientras tanto, esperamos disfrutar esta temporada en Madrid de los adolfos.

ERTRI: Muchas gracias por tu anotacion estoy de acuerdo con lo que dices tanto a nivel ganadero como de El Cid. Sólo quería aclarar que mi referencia a los adolfos es por su similitd a los victorinos, pero obviamente yo también espero que muchos más ganaderías puedan triunfar este año en Madrid, o, al menos, que nos den algún toro encastado para poder disfrutar de buenas faenas. Un saludo.