Ínfimos, psicóticos y perturbados mortales de Madrid, El Circo de los Horrores abandona la capital tras casi un mes instalados en la Casa de Campo. El lugar elegido por Nosferatu para transportar a los espectadores a un terrorífico manicomio del siglo XVIII, donde los enfermos y los visitantes se unen durante dos horas. Un original espectáculo en el que, según su creador, el actor Suso Silva, "llega un momento en el que nadie es capaz de distinguir si es paciente, sano o doctor".
Pero El Circo de los Horrores: Manicomio, no cierra su puertas y se embarca en una gira por diversas ciudades españolas dispuesto a desatar su demencia de la mano de terribles acróbatas, excéntricos malabaristas, monologuistas con alteraciones de la realidad y payasos degenerados que llevarán al público al límite de la locura.
Suso Silva –Nosferatu y premio Nacional de Circo en el año 2003– crea y dirige El Circo de los Horrores desde 2007. Una original propuesta que convierte el clásico circo en una experiencia extrema para el espectador que busca emociones fuertes y ve este tipo de espectáculos como algo anticuado. Manicomio –tercera entrega de la saga y que sirve como homenaje a sus 10 años de existencia– quizá se quede corto en el susto, en la impresión o en el miedo, sobre todo si tenemos en cuenta que prometen unos horrores que en ningún momento llegan a sentirse como tal. Pero como circo clásico, disfrazado de túnel del terror, es de una calidad soberbia.
Durante sus dos horas de duración se echa en falta una historia que hile cada una de las actuaciones: el onirismo, las pesadillas o las alucinaciones provocadas por la medicación podrían haber rematado el hilo conductor perfecto para desarrollar la nueva aventura de Nosferatu. Sin embargo, a veces el show se siente disperso, poco profundo. Con un humor algo burdo y algún monólogo poco acertado –nada recomendable para menores de 16 años, a pesar de que su edad es a partir de 13– Manicomio no hace justicia a sus dos shows anteriores: El Circo de los Horrores y Cabaret Maldito.
No obstante, algunos de sus números acrobáticos –y sobre todo su puesta en escena– son tan sorprendentes, que acabas sucumbiendo a los encantos de un espectáculo que ha logrado encandilar a más de tres millones de espectadores durante sus diez años de vida. También es destacable la reivindicación del clown clásico que hace Suso Silva con su particular versión de Bitelchús. Un servidor, poco adepto del mundo de los payasos, terminó reconciliándose con esa injustamente denostada profesión. Silva se mete en el bolsillo al público asistente con una demostración brutal de talento actoral, improvisación y dominio escénico.
El Circo de los Horrores: Manicomio, no reinventa el circo, pero lo transforma, lo maquilla y lo actualiza. Evidencia que este tipo de exhibiciones pueden seguir siendo atractivas, prueba que los animales no son imprescindibles y manifiesta que el talento, la ilusión y las ganas hacen que el circo esté más vivo que nunca.
Si finalmente se deciden a verlo, quedan avisados: en este manicomio, "no están todos los que son, pero sí son todos los que están".
La gira de El Circo de los Horrores recorrerá las siguientes ciudades:
- Zaragoza: del 27 de abril al 7 de mayo
- Alicante: del 11 al 14 de mayo
- Santander: del 18 al 28 de mayo
- Málaga: del 8 al 11 de junio
- Barcelona: próximamente a la venta
- Bilbao: próximamente a la venta