A partir del 24 de mayo, sobre el escenario del Teatro Real se pasearan más que actores. Llega por primera vez a Madrid la ópera Moisés y Aarón, obra maestra de Arnold Schönberg (1874-1951). Se trata de un gran espectáculo, con una escenografía amplia, potente, simbólica y fuertemente evocadora que involucra a cerca de cuatrocientas personas y a un semental de 1.500 kilos, que ya ha actuado en la Ópera de la Bastilla de París.
La ópera narra la huida del pueblo hebreo de Egipto y la revelación y propagación de los Mandamientos, ahondando en la cuestión de la esencia y expresión de la fe a través de la dialéctica entre Moisés y Aarón. Estos dos papeles, que, junto con el coro, sostienen la dramaturgia de la ópera, serán interpretados por el bajo-barítono Albert Dohmen y el tenor John Graham-Hall, que debutará en el Teatro Real después de su aclamada interpretación en el estreno de esta coproducción en París.
Actuarán bajo la batuta de Lothar Koenigs, director musical de la Ópera Nacional de Gales desde 2009, cuya lectura de la ópera de Schönberg, hace dos años, en el Covent Garden de Londres, fue elogiada por la crítica. Romeo Castelluci, uno de los creadores más vanguardistas y brillantes de la actualidad en el ámbito de las artes escénicas, firma la dirección de escena.
En París, la presencia de este enorme toro vino acompañada de polémica. Varios colectivos animalistas recogieron firmas para evitar que el animal saliera a escena. Aseguraban que era un caso flagrante de maltrato animal porque, desde su punto de vista, actuaba drogado.