
No falla nada en general, tampoco nada en concreto, pero no funciona. Quizás por el propio miedo a que no funcione, por la intranquilidad que supone la ausencia de problemas o, quizás, por el cúmulo de ellos bajo una monotonía convencionalista. Hombres y mujeres somos analfabetos sentimentales y el aprendizaje es a base de golpes. Este viaje emocional se vive en un escenario vacío. Solo con dos actores y seis sillas, nada más para expresar de forma dramática el amor, el desamor, el deseo, el afecto y el odio, unos sentimientos subidos en un tren sin frenos que levanta a su paso el polvo del patetismo y el ridículo conyugal como una bofetada de realidad.
Esto es Hacia el amor, un drama protagonizado por Liberto Rabal y Adriana Davidova, bajo la dirección de José Carlos Plaza (Premio Nacional de Teatro de 1967, 1970 y 1987), que se representa en los madrileños Teatros Luchana hasta el 24 de abril. La escritora y guionista Adriana Davidova (El deseo, Voces de mujer) ha adaptado textos de Ingmar Bergman para hablar del conflicto entre el universo femenino y masculino. Es un guiño a Hacia la felicidad (1950), en la que el director de cine sueco aborda, sobre unos diálogos exquisitos, el choque entre el amor y el desamor de unos amantes sometidos.
Johan y Marianne viven tres momentos en su relación trascendentales, cada uno causa y efecto del anterior. Los actores, matrimonio en la realidad y la ficción, se adentran en un laberinto de culpas sin salida. El espectador participa de los momentos más bochornosos en la vida de una pareja, llenos de traiciones y cobardías, huidas sin remordimientos -"Intento sentirme culpable, pero no puedo"- e incomprensiones, interpretados con mayor acierto, sin duda, por Liberto Rabal (nieto de Paco Rabal).
La escenografía es prácticamente inexistente. Los ricos textos llevan el peso de la obra, un montaje que te lleva a levantarte de la butaca al final de la función con un sabor amargo por lo que la historia cuenta. No busquen moraleja.
Ficha técnica
Autor: Ingmar Bergman
Director: José Carlos Plaza
Versión: Adriana Davidova
Ayte. Dirección: Jorge Torres
Iluminación y sonido: David Romero
REPARTO
Marianne: Adriana Davidova
Johan: Liberto Rabal
Voz entrevistador: Jorge Torres