Recta final del Festival de Teatro Clásico de Cáceres, que enfila su último fin de semana. Tras el exitoso paso por las tablas de la plaza de las Veletas de Cáceres de La luz oscura de la fe de Rafael Álvarez 'El Brujo' o de Las amistades peligrosas de Carmen Conesa, este jueves se estrena el nuevo montaje del prestigioso director Juan Carlos Pérez de la Fuente, Confesiones de San Agustín, obra programada en el ciclo "Clásicos Inmortales".
El texto dramático ha sido elaborado por los escritores y poetas Alicia Mariño y Luis Alberto de Cuenca (colaborador de esRadio y Libertad Digital), a partir del Libro X de Las Confesiones agustinianas y de El divino africano, de Lope de Vega. Se trata de un monólogo a modo de combate existencial, protagonizado por el actor Ramón Barea, Premio Nacional de Teatro 2013.
Pérez de la Fuente presenta el momento de la conversión al cristianismo de San Agustín, un cambio no sólo teológico sino más profundo, moral, espiritual y psicológico. La obra avanza como una peregrinación tortuosa, un descenso al abismo de la conciencia humana.
El último plato de este ciclo lo servirá este viernes 27 de junio la compañía portuguesa Chapito para representar su versión "inadaptada" de una de las tragedias cumbre del escritor inglés William Shakespeare, del que se cumplen 450 años de su nacimiento. La ambición se llama Macbeth.
Año Greco
Un día después y sin respiro, el sábado 28 de junio, en la Plaza de las Veletas, se estrena, El Greco y la Legión Tebana, obra de Alberto Herreros que ha versionado y dirigido Julián Fuentes Reta. El Festival se suma así al Año Greco en el cuarto centenario de la muerte del pintor toledano. El montaje recrea un momento clave de la vida del artista, cuando el rey Felipe II le encargó el cuadro de "La legión tebana" sobre el martirio de San Mauricio. Con este punto de partida la obra enfrenta al público con temas del debate cotidiano como la corrupción, la inestabilidad política o las injusticias sociales. El reparto lo encabezan los actores José Luis Alcobendas, Ernesto Arias y Alberto Jiménez.
Microteatro
Por primera vez el Festival extremeño ha abierto la puerta a uno de los géneros dramáticos que más aceptación tiene entre el público en nuestro país, el maratón de obras breves. En este caso, 8 micromontajes sencillos, de no más de 15 minutos, que se realizan de forma simultánea para un máximo de 15 espectadores. Son ellos los que van cambiando de salita, en esta ocasión de contenedores de obras públicas. Curiosos escenarios. Las 8 obritas están programadas en dos horarios, de tarde, de ocho a diez y media, y en sesión golfa, de once a doce de la noche. La propuesta escénica está coordinada por el colectivo Microteatro por Dinero, a la que se une la plataforma de Cáceres.
Como en el teatro lo importante es crear tradición, hacerlo natural y habitual para las nuevas generaciones, el Festival también ha programado Microteatro infantil los sábados y domingos por las mañanas. Todo un acierto. Los títulos: Bruno y Flora, La tremenda Dulcinea y El príncipe cagueta y la princesa Julieta.
Es un cuarto de siglo de festival homenajeando a nuestros grandes como Fernando de Rojas o El Lazarillo de Tormes, del Siglo de Oro como Lope, Calderón o Cervantes, o del panorama internacional como Shakespeare o Molière, en esta edición 2014 con dos de sus obras más divertidas, El burgués gentil hombre y El enfermo imaginario.