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Rosa Belmonte

Jed Mercurio sigue cumpliendo con su deber

Es uno de esos geniecillos británicos que dio con la tecla al crear esta realista ficción sobre una unidad policial que lucha contra la corrupción.

Es uno de esos geniecillos británicos que dio con la tecla al crear esta realista ficción sobre una unidad policial que lucha contra la corrupción.
'Line of duty', la serie de Jed Mercurio | BBC

Ha vuelto Line of duty y ha vuelto la televisión de siempre. La de las series cuyo capítulo esperamos cada semana. A ritmo de la BBC. Y es tan adictiva que cuesta lo de esperar al próximo episodio. La gente normal hace cosas extrañas y muchos no son lo que parecen. Un mal paso te puede llevar a que la bola se agrande. El ciudadano más anodino se puede convertir en el mayor criminal. En el caso de esta serie, los ciudadanos anodinos son policías, jefazos.

Jed Mercurio es uno de esos geniecillos británicos que dio con la tecla al crear esta realista ficción sobre una unidad policial que lucha contra la corrupción. Cada temporada el malo es distinto. Mercurio tuvo algo de éxito con Bodies y luego pegó un pelotazo con Bodyguard. Pero la importante es Line of duty. Empieza la serie en su primera temporada con una operación policial donde se mete la pata y Steve Arnott (Martin Compston) se niega a tapar a sus compañeros. Lo trasladan a la AC-12 a las órdenes de Ted Hasting (Adrian Dunbar), el superintendente. Conocerá a Kate Fleming (Vicky McClure), entonces agente infiltrada en la unidad de un prestigioso policía que están investigando. Y estos tres son los protagonistas. Unos protagonistas complejos, sobre todo, Arnott y Fleming, policías que miran a otros policías sin fiarse un pelo de ellos (al principio también recelaban de ellos mismos, hasta que llegó la relación fraternal). Están en un mundo aislado, mal visto y, a veces, paranoico. Tan paranoico que siendo Ted Hasting, el jefe, su mentor y mayor apoyo también les puede parecer sospechoso.  

Cada temporada varía la trama y los objetivos, pero hay un arco argumental y una continuidad en nuestros tres héroes. Años después de Principal sospechoso con la regia Helen Mirren, las series británicas de policías de los últimos tiempos han sido una fiesta. Ahí están La caza, Broadchurch o Happy valley, por citar las más importantes. Vale, las que más me gustan. Citaría la centrada en crímenes antiguos Unforgotten, con Nicola Walker (The Split). Todavía sigue en emisión, pero, que yo sepa, que en España no se ha emitido.  

Kelly Macdonald en 'Boardwalk Empire'

Si la quinta temporada de Line of duty tuvo una audiencia de 7,4 millones de espectadores y el capítulo final llegó a 9,1, la sexta, que ya tenemos aquí, se estrenó con un récord de audiencia de 9.5 millones de espectadores. Hasta la cuarta no se mudó de la BBC Two a la BBC de mayores. La incorporación de esta temporada es Kelly Macdonald, que interpreta a Joanne Davidson. Lleva un asesinato sin resolver y tiene una conducta tan poco convencional que despierta sospechas del AC-12. En realidad, hay un chivatazo. Cada temporada tiene seis capítulos, una cosa muy británica y civilizada (cinco la primera). Esta temporada hay siete. Un regalo. Otro es Kelly Macdonald, a la que quizá no se identifica inmediatamente, pero a la que estamos hartos de ver en numerosas series. En La sombra del poder, en Boardwalk Empire, en La víctima o en Giri/Hagi: Deber/Deshonor. Una actriz y un personaje, por lo poco visto, tan potente como la Keeley Hewes (Lindsay Denton) de la segunda temporada y la Thandie Newton (Roz Huntley) de la cuarta.

Quien no haya visto nunca la serie está de suerte. Es un thriller adictivo llenos de giros de guión, revelaciones inesperadas y trucos que juegan con el público de manera elegante. En Movistar + tienen las cinco primeras temporadas y, de momento, dos capítulos de la sexta. Y pinta bien.

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