Somos unos nostálgicos. El 6 de mayo de 2004 se emitió en EEUU el último capítulo de Friends. Después de 10 temporadas, los espectadores decían adiós a Rachel Green, Monica Geller, Phoebe Buffay, Joey Tribbiani, Chandler Bing y Ross Geller. Pero fue una separación mal asumida. De hecho, la ficción ha sido repuesta una y otra vez con unos índices de audiencia bastante decentes. Han pasado 14 años y la fiebre por la serie continúa. Tanto es así que, cuando se conoció que llegaban a España la réplica de algunos de los escenarios más emblemáticos de la ficción, las entradas se agotaron en 48 horas –en Reino Unido, en solo diez minutos–.
Solo unos pocos, los que estuvieron más rápidos a golpe de clic, podrán vivir la experiencia Friends definitiva. Del 24 al 27 de mayo el FriendsFest llega a la Casa del Lector de Matadero Madrid. Se trata de un evento organizado por Comedy Central que permite a los fans recrear la cabecera de la serie junto al mítico sofá y los paraguas mientras cantan "I’ll be there for you" o jugar al futbolín de Chandler y Joey –sí, a pesar de que fue destruido para salvar a patito y pollito en el último episodio–. Más de uno, dirá aquello "Oh. Dios. Mio" de Janice.
También pueden campar a sus anchas por el apartamento de Mónica, donde no falta el mítico marco dorado en la mirilla de la puerta, un icono de la decoración de la serie aunque en un principio era un espejo que se rompió. Los seguidores de la ficción también pueden versionar el romance eterno de Rachel y Ross y casarse en la misma capilla de Las Vegas–todo paripé, no hace falta firmar en serio, claro, aunque sí que pueden vestirse de novia–. Eso sí, el Central Perk, la cafetería regentada por Gunther donde se desarrolló gran parte de la trama, no está. Por lo tanto, no esperen a Phoebe al ritmo de "Smelly Cat".
Friends marcó a una generación. Llegó a alcanzar los 28 millones de espectadores y los actores Matthew Perry, Matt LeBlanc, David Schwimmer, Jennifer Aniston, Courteney Cox y Lisa Kudrow cobraron hasta un millón de dólares por capítulo cada uno. En España, la serie comenzó llamándose Colegas, aunque pronto se optó por respetar el título original. Los seis amigos dentro de la pantalla lo eran también fuera, aunque con reservas. Los guionistas usaban un gráfico de tarta para contar el número de frases que decía cada personaje, no fuera a ser que unos fueran más protagonistas que otros.
Para los actores de la serie, supuso el mayor éxito de sus carreras... y eso que alguno estuvo a punto de quedarse fuera del proyecto. Es el caso de Jennifer Aniston que por entonces tenía contrato con la serie Muddling Through. A última hora, le permitieron abandonar esa ficción para convertirse en Rachel –un golpe de suerte pues Muddling Through solo aguantó en emisión 10 capítulos–.