Experimentos extremos en instalaciones secretas del Gobierno y una niña con poderes increíbles. Todo evoca a la serie de Netflix dirigida por los hermanos Duffer, pero, ¿qué pasaría si estos sucesos de Stranger Things estuvieran basados en hechos reales ocurridos en una base aérea del ejercito estadounidense?
Se trata de la base de Montauk, ubicada en el condado de Suffolk en el estado estadounidense de Nueva York. "Hubo rumores de espías secretos del gobierno haciendo experimentos con humanos para luchar en la Guerra Fría". Así lo ha desvelado Gaten Matarazzo, el actor que da vida a Dustin, en una entrevista con Daily Mail, en la que también añadió que la serie "podría estar basada en ese laboratorio".
Conocida como Camp Hero, o la Estación de la Fuerza Aérea de Montauk, fue encargada por el ejército de Estados Unidos en 1942 y se convirtió en un centro de vigilancia en la Guerra Fría con un enorme radar. Desde 1980 han surgido muchas teorías conspiratorias sobre el presunto Proyecto Montauk: una iniciativa secreta cuyo fin era desarrollar técnicas relacionadas con guerra psicológica e investigaciones relacionadas con lo paranormal, incluyendo viajes en el tiempo.
La instalación finalmente fue cerrada en 1981 gracias un libro escrito por Preston Nichols y Peter Moon, que llevaba el mismo nombre del proyecto y con el que desvelaron todos los horrorosos experimentos que realizaba el Gobierno de Estados Unidos. No hay pruebas de que se hayan llevado a cabo viajes en el tiempo, ni que se haya secuestrado niños para someterlos a controles mentales, como narra el libro. Pero sea verdad o no, esta historia –y sobre todo ese lugar– perfectamente podría haberles servido a los hermanos Duffer como inspiración para crear el Laboratorio Nacional de Hawkins, en el que intentan descubrir todos los misterios del Otro Lado.