Pocos días después de que supiéramos -perdón por el spoiler- que Hannibal Lecter ha decidido comerse a Will Graham, la cadena NBC ha decidido cancelar la serie Hannibal por sus bajos datos de audiencia. La lógica de la rentabilidad pudo con el buen gusto de la ficción, para quien no fue suficiente cosechar -algo poco habitual en los productos del canal generalista- el aplauso de la crítica y la prensa especializada, o como se diga.
Desde su arranque, la serie creada por Bryan Fuller y protagonizada por Hugh Dancy y Mads Mikkelsen nunca fue un fenómeno de masas, sino más bien un ente menguante -en cuestión de audiencias, digo-: si el estreno de su segunda temporada congregó a 3,35 millones de personas, el arranque de la tercera logró 2,7 millones, tocando fondo el pasado jueves, con 1,7 millones de espectadores.
Según apuntan varios medios, la baja audiencia no ha sido el único motivo de la cancelación: la serie estaba teniendo problemas para conseguir los derechos del personaje de Clarice Starling -interpretado por Jodie Foster en El silencio de los corderos y por Julianne Moore en Hannibal, la película-, quien iba a ser introducida en la cuarta temporada.
El propio Fuller emitió un comunicado en el que agradecía el esfuerzo de NBC y en el que daba a entender que se producirá un más que posible regreso en otra cadena:
"NBC nos ha permitido crear una serie de televisión que ninguna cadena hubiese aceptado, y nos ha mantenido en el aire durante tres temporadas pese a las audiencias que amenazaban con la cancelación y contener imágenes que habrían triturado los ojos de los defensores de buenas prácticas televisivas. Jen Salke (ejecutiva de NBC) y su equipo han sido grandes socios y han ayudado más de lo previsible en lo creativo. Hannibal está terminando su último curso en la parrilla de la NBC este verano, pero un hambriento caníbal siempre puede cenar otra vez. Y personalmente, espero mi próxima comida con la NBC".
Los fannibals, esa inmensa minoría de fieles de la serie, convirtió en la noche del lunes a Hannibal en Trending Topic en Twitter. Expresiones de consternación, rabia o comparaciones con The Walking Dead inundaron la red social.
Pese a la cancelación, aún hay esperanza: la productora ejecutiva, Martha de Laurentiis, confirmó que "estamos explorando todas las demás opciones" para continuar con la emisión de la serie. Estas pasarían por plataformas como Netflix, Hulu y, sobre todo, Amazon, que tiene los derechos de las dos primeras temporadas.
Mientras se resuelve -si es que se resuelve- la cosa, los feligreses del caníbal más famoso del cine y la televisión aún podrán disfrutar de los siete episodios que quedan por emitir -en España, el viernes por la noche en AXN. ¿Sabremos qué ocurrió con Mischa, la hermana del doctor Lecter? ¿Se acabará comiendo a Will? ¿Qué ocurrirá con El dragón rojo? ¿Terminará Hannibal la temporada entre rejas?
El caníbal anda suelto
La segunda temporada de Hannibal terminó con una mascletá sangrienta en la que todos los personajes principales, salvo el doctor Lecter y su psiquiatra, Bedelia Du Maurier -interpretada por Gillian Anderson-, terminaban con un corte en el cuello, en las tripas o una caída de las que duelen.
Hannibal consiguió huir a Europa con Bedelia, donde prosigue -aquí arranca la tercera temporada- con sus habituales hábitos curinarios. Por su parte, Graham y Jack Crawford -Lawrence Fishburne- intentan atrapar al caníbal, buscando en sus orígenes.
Y en estas cancelan la serie. Mal, caray, mal.