Esto se acaba, expira otro año más de nuestras convulsas vidas. Un ciclo de doce meses donde hemos reído, llorado, viajado, amado, vivido anécdotas para contar a los nietos .. O no. Trescientos sesenta y cinco días de noticias, triunfos, derrotas, cambios, crisis, elecciones, reivindicaciones, movimientos, comunicados… Y canciones. El caso es que el dos mil once desaparece irremediablemente de nuestro presente para dar paso al dos mil doce, con fin del mundo incluído. Aún no sabemos con qué nos sorprenderán los artistas, aunque podemos avanzar que presentarán trabajo Dani Martín, Thalía y músicos como Muse, Lacuna Coil, Madonna, Juan Luis Guerra, Ringo Starr o The Cranberries entre otros. Pero ya tendremos tiempo de disfrutar u olvidar dichos discos. Mientras tanto, recordemos lo mejor de este año.
Sin género de dudas, el disco que más me ha sorprendido este año ha sido “21″, de Adele. La británica ha demostrado que aún podemos creer en la música mainstream, fuera de ritmos machacantes, letras vacías y escotes hasta el ombligo, para centrarse en lo que debe ser la música: melodías de calidad, intérpretes de verdad y letras que digan algo. Sentimientos que afloran al paso de un acorde, para encerrarse en lo más profundo del alma. Número uno en veinticuatro países, records históricos de permanencia en listas y trece millones de copias vendidas en todo el mundo son los datos que demuestran la calidad de una joven promesa con mucho más que atisbos de realidad.
Como dijo el propio Dave Grohl en los MTV Awards, aún hay esperanza para el rock. Foo Fighters son la esencia viva de aquellas bandas con las que el propio Grohl creció y compartió escenarios. A base de modestia, esfuerzo y calidad, los norteamericanos han logrado quitarse al fin la etiqueta de “la banda del batería de Nirvana”. Y es que con Wasting Light han demostrado que son una de las mejores bandas de rock del momento. Todo ello acompañado de una gira sencilla en cuanto a montaje y espectacular en sonido y set list. Seis nominaciones a los premios Grammy, además de estar en el número uno de las listas más importantes del mundo, hacen de los del estado de Washington, la referencia a seguir en dentro del género.
Y dentro de lo que conocemos como escena Indie, nos quedamos con el cuarto trabajo de los británicos Kasabian. Para muchos, los llamados a ser los nuevos príncipes del género y es que tienen razón. Si observamos la evolución de Meighan, Pizzorno y demás, podemos ver el cuidado y progreso de sus composiciones, tan marcadas por la psicodelia, el rock y la electrónica. Algo que les permite salir de la taxonomía del Brit Pop. Sin duda, “Velociraptor” es un disco más que recomendable para vuestra colección.
Y puestos a recordar lo más destacado del 2011, nos despedimos con otros tres discos, pero esta vez patrios. Sin hacer escalas, ni distinciones en cuanto a su calidad empezamos por “Hacia lo Salvaje” de Amaral. Sexto disco de estudio de los maños, que se adentran en la búsqueda de nuevos espacios sonoros, con más intensidad en las guitarras, letras más íntimas y un sonido global más depurado y maduro.
Manel, hede reconocer que me los descubrió Daniel Rodríguez Herrera hace pocos meses, pero escuchando repetidamente su último disco: “10 milles per veure una bona armadura”, percibes el salto de calidad que ha dado la música catalana. Y es que con su segundo disco han conseguido llegar al número uno de las listas de ventas, hecho que no sucedía con un disco en lengua catalana desde hace quince años. Una banda más recomendable si sois abiertos de mente y os interesa el indie, el folk o el pop.
Y si hay una artista nacional que cada día se abre más puertas en el panorama internacional, esa es Lourdes Hernández o, si lo prefieren, Russian Red. Con tan sólo dos discos de estudio, ya ha logrado estar en los festivales más importantes de nuestro país, encandilar a la crítica y ser la referencia Indie de nuestra música. Si con su debut de 2008, “I love your glasses”, se convirtió en la revelación del año llegando al disco de oro, en “Fuerteventura” adopta un sonido eléctrico y positivo, pero sin olvidar la esencia folk. La que para muchos es la Leslei Feist española, para otros es Russian Red, una joven con una proyección musical impresionante, seria y de calidad. Y para vosotros… ¿Qué discos han sido los mejores del año? Mientras, voy preparando lo antagónico a este post.