Alvaro Suite: "Las musas siempre me encontrarán, porque estoy siempre operativo"
LD entrevista al guitarrista y compositor andaluz, que anda de gira para adelantar, en directo, el repertorio de su próximo álbum, Fantasio.
Alvaro Suite, sin tilde en la ‘a’ inicial, nació en Huelva en 1975, aunque se considera "sevillano desde el día en que salí del hospital". Lleva en el mundo de la música 25 años, ha tocado en bandas como Pinball, Suite o Los Labios, es guitarrista de Enrique Bunbury desde hace 16 y publicó su primer LP en solitario, La Xana (Spyro Music, 2020) en el enero prepandémico. Gira por España adelantando, en directo, el repertorio de su próximo álbum, Fantasio, que, salvo cosa rara, verá la luz el 4 de octubre: "Estoy presentando el disco antes de publicarlo –cuenta a LD–. Genera un aliciente extra, que es el de conocer las canciones de primera mano meses antes de escucharlas. Me traslada a la época antigua: en los 60-70, publicabas un single en la radio, girabas con ese single, pero tú ya estabas tanteando las canciones del disco". Conversamos:
P: Álvaro, ¿a usted, qué le inspira?
R: Me inspira hacer música que le guste a las personas que yo admiro, a las personas que considero que tienen un criterio musical que supera o iguala al mío. Por ejemplo, cuando voy a componer una canción, pienso siempre en ídolos que están muertos, como John Lennon o George Harrison. También en Keith Richards o en Bob Dylan. Y en Enrique Bunbury, en Coque Malla, en Carlos Tarque, en Johnny Burning, en mi hermano Chencho, en mi padre, que es un gran musicólogo… Todo eso está en el marco de que yo esté satisfecho. Componer una sola canción, no te digo ya un álbum, debe ser como escribir el primer capítulo de un libro. "¡Joder, lo he conseguido! ¡He conseguido crear una canción!". Llegar a algo que te guste honestamente y decir: "He hecho algo decente". Eso es lo que me inspira a mí: complacerme y complacer a los demás.
P: Luis Alberto de Cuenca me dijo que "no se puede escribir novela sin horario ni poesía con horario". A la hora de componer canciones, ¿el músico debe buscar a la musa, o es la musa la que encuentra al músico?
R: Yo tengo una rutina de trabajo que no me salto. Me gusta imponerme una disciplina a la hora de meterme en el estudio. O bien tengo todo encendido, a dos clics, o bien agarro un bajo porque he escuchado algo por la radio o me he levantado recordando una canción, me la pongo, me pongo a tocar… y todo lo grabo. A partir de ahí, doy rienda suelta a la cabeza. A veces vienen las musas, a veces no, y me cuesta mucho grabar un segundo instrumento para darle cuerpo a la canción… en otras, me sale todo rodado. Y luego, ni musas ni nada: la cosa entra en laboratorio, y ves, objetivamente, qué funciona y qué no. A la hora de componer, me puede venir una mañana una canción entera, o puedo estar un mes intentando darle forma a la canción. Desde luego, las musas siempre me encontrarán, porque estoy siempre operativo.
P: De hecho, su primer trabajo en solitario, La Xana, incluía canciones que nacieron hace 14 ó 15 años y, desde su concepción hasta que se publicó el álbum, tuvieron sus procesos, sus evoluciones…
R: Aunque llevo 25 años en la música, La Xana fue mi disco debut en solitario. He estado toda la vida trabajando para otros grupos, con otros grupos, o trabajando para Bunbury los últimos 16 años, que es más del doble de lo que llevan muchas bandas que están a punto de retirarse (risas). Ese disco surgió a raíz de un par de canciones nuevas, que ahora tendrán unos tres años, que me llevaron a un rollo que yo nunca había hecho con una banda o con un artista. Encontré mi sitio. Entonces, escarbé entre demos antiguas y encontré canciones que tendrían 10 o 15 años. Por ejemplo, el texto de "Toda esa belleza", lo escribí cuando murió Antonio Vega. Digamos que las traje todas y les busqué un lugar con una musicalidad única. Las llevé a donde estaban esas dos canciones iniciales: "Jaula de oro" y "Mientras duermes". Hice un trabajo de reestructuración. Digamos que si las canciones fueran actores, a uno lo adelgacé 20 kilos y a otro se los engordé. Les cambié la ropa, el peinado, los maquillé y las acerqué para hacer La Xana. Ahí, la inspiración me vino a la hora de conformar el traje de las canciones; el esqueleto ya lo tenía de años atrás.
P: Sus raíces y su familia están muy presentes en su anterior álbum: La Xana es el nombre de la casa de su tío Javier en Campamento (Cádiz), convirtió en canciones dos poemas de su padre, Vicente Fernández-Cortés, su hermano, Chencho Fernández, colaboró en algunas letras…
R: Tengo una parte bastante gitana en el sentido de raza, de tribu, de tener a mi familia cerca y de contar con ellos. En mi familia, todos somos autores: mi padre es poeta y músico; mi hermano Chencho, musicazo y compositor, y hasta mi hermano pequeño, que también hace sus cosas con la rumba, el flamenco, lo cubano y todo eso… Tengo un foso al que acudir continuamente. En el caso de los poemas de mi padre, hubo un encuentro fortuito. Estaba en su casa y me encontré los textos en su mesita. Y, en "Mientras duermes", vi la canción. Estaba todo. Lo único que tuve que hacer fue sacar un estribillo. No fue algo que pactara con él. En el caso de mi hermano Chencho, hicimos cosas en conjunto. Luego, en La Xana estuvo Javi Vega, bajista de Señor Chinarro y de Maga. Compartimos infancia en el Parque Rubén Darío y también acudí a él. Con las letras me siento muy inseguro. Vengo de componer en inglés, que es el idioma con el que me entró la música. Entonces, en La Xana me escudé en ese sentido. Y en Fantasio vuelvo a acudir a Pablo Cerezal, el poeta madrileño maravilloso.
P: Que es un escritor muy interesante.
R: He encontrado a un Bernie Taupin. Usa unas palabras que a mí no se me ocurrirían. Ha entendido mi música y lo que quiero decir como si fuera su obra.
P: ¿Qué me puede contar del menú de Fantasio?
R: En Fantasio hay canciones que vienen del periodo desde La Xana hasta ahora. El menú ofrece más dosis de guitarras, un rock más directo, más riffs, y un lenguaje similar. Hay más letras mías y más cuidado en la voz. He interpretado con más seguridad. Mi voz está menos escondida detrás de la instrumentación. Y luego, la idea general que quería dar con Fantasio era la visión desde fuera de un planeta desenfocado, desestructurado, con mucho drama. Ya no sólo por la covid, porque este disco empecé a componerlo mucho antes. Hablo de un planeta desestructurado social, económica y políticamente, con los valores pervertidos y prostituidos. Esa visión desde fuera la doy no porque yo me sienta fuera de este mundo, sino porque, requería opinión artísticamente, y yo sólo opino con la música, ya no opino políticamente en redes. Quería dar ese punto de vista de drama, de pena, desde la melancolía, recordando cómo era antes: los amores que había antes, y los que hay ahora, ese planeta castigado ecológicamente. También hay un punto optimista: el mundo se ve de una manera, pero lo enfoco de otra que, aparentemente, es utópica, pero que se puede conseguir. Esa es la idea que quería mostrar en Fantasio.
P: Como solista, ¿produce más vértigo publicar un segundo disco que un primero?
R: Produce más vértigo el primero. Estoy convencido de que mi segundo disco mola más que el primero. Esa pregunta, si se la haces a un chaval que está empezando, o a alguien que acaba de firmar con una multinacional, y siempre se dice que con el segundo disco se la juega… Para mí, como llevo tantos años sacando tantos discos, pero con diferentes bandas o artistas, este es un disco más. Con el primero sí tenía vértigo porque me enfrentaba solo a cantar. ¡No lo había hecho en mi vida! Me presentaba como autor de un álbum al completo. Entonces, en este segundo voy tranquilísimo.
P: Y, ahora, que se alivian las restricciones, girará por España.
R: Por toda España, y he tirado un par de cañas en Latinoamérica y en EEUU. En el 80% de los shows, el formato que tengo de gira es el siguiente: voy yo con un teclista/guitarrista, que se llama Esteban García, que ha tocado con Lagartija Nick. Nosotros disparamos la batería y los bajos de las canciones originales. Algunas las hemos grabado nosotros, para que no sean grandilocuentes, y vamos yo con guitarra y él con teclado, o con otra guitarra. Ese formato nos permite viajar con una mochila y una guitarra. Entonces, claro, en Latinoamérica es cuestión de sacarse los vuelos nada más; después, mochila al hombro, y a tirar millas con todos los contactos que tengo. Y respecto a la gira española, sí es verdad que está costando porque el tema de los aforos acojona a los promotores. Hacer números con 35, 40 o 60 entradas es complicado. Aun así, tomé la determinación de ir adonde se pueda. Y están apareciendo muchos locales que estaban escondidos ante la masa de los festivales o las principales salas de España, que eran los principales destinos de los artistas. Esto ha hecho emerger a un gran número de pubs, de locales, de salillas pequeñas, de asociaciones, terrazas, etcétera, donde las 60 personas sí van, y 60 personas a 15 pavos son 900 pavos, tío, y parece que, en este país, al hablar de menos de 1.000 euros eres un tieso, pero sacarte un fin de semana, de jueves a domingo, 900 pavos al día… Lo único que tienes que hacer es bajarte un poquito los egos, meterte en un Opel Calibra amarillo, meter las dos guitarras, los dos micrófonos y el ordenador y plantarte donde sea. Y en esas sigo sumando.
P: Para finalizar: si yo le digo "Enrique Bunbury", usted me dice…
R: Maestro, padre, industria, trabajo, música, creatividad, disciplina… todo lo que te puedo decir es bueno. Es otra parte de mi vida musical. En mi rutina diaria, estoy trabajando en la vía por la que va Enrique, según las canciones que nos va enviando. Hay una comunicación continua con Enrique. Él es mi carrera musical… sumada a la mía. Mirando un calendario, teniendo cinco meses libres, yo trabajo en lo mío esos cinco meses. Aparte, siempre he considerado que un artista como Enrique agradece que sus músicos, en esos tiempos de barbecho, o en los que no hay trabajo de gira, no estén rascándose las bolas, sino que estén generando mejor toque y capacidad musical. Entonces, tú me dices "Enrique Bunbury" y yo te digo todo eso que te he dicho antes y mucho amor por él y por Jose Girl. Ellos me lo han dado todo.
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