Colabora

Antonio Najarro, director del Ballet Nacional: "Hay miedo a despertar la sensibilidad de los niños"

El bailarín y coreógrafo dejará la compañía nacional en septiembre tras ocho años al frente: "España es la mayor potencia en danza de todo el mundo".

Antonio Najarro y el Ballet Nacional de España | Jesús Vallinas

El 29 de abril de 1727 nació Jean Georges Noverre, el bailarín y coreógrafo que revolucionó la danza. Por eso, desde 1982 es la jornada elegida para celebrar el Día Internacional de la Danza, una disciplina en la que nuestro país es referente mundial. "España es la mayor potencia en danza de todo el mundo. La danza española tiene una complejidad de estilos que no lo tiene ningún país. Sus bailarines están preparados en ballet clásico, pueden enfrentarse a cualquier tipo de folclore, bailan flamenco, tocan las castañuelas y tienen una expresividad increíble", cuenta a Libertad Digital Antonio Najarro, director del Ballet Nacional de España. "La danza española es un elemento seguro de exportación de éxito", añade.

En España, le hablas a un chico de ballet y lo primero que le viene a la cabeza es el tutú. Pero vienen aquí y se encuentran a 40 bailarines, entre los que hay veinte tíos zapateando con fuerza, y flipan

Antonio Najarro

El Ballet Nacional de España ha cumplido 40 años y para conmemorarlo han desarrollado una serie de actividades con las que acercarse a la sociedad: la creación del primer videojuego de danza española, la edición de un libro conmemorativo o charlas en colegios. "Queremos que los niños conozcan todos los estilos de la danza pero, sobre todo, queremos inculcar sus valores: el respeto al maestro, el compañerismo, el tesón, la perseverancia. Son cuestiones que faltan en la sociedad de los niños, que es todo muy fácil y muy rápido. Hay que inculcar que las cosas cuestan trabajo", explica Najarro.

Gracias a estas iniciativas de puertas abiertas han podido derribar ciertos mitos: "Ha habido mucho interés en los niños varones. En España, le hablas a un chico de ballet y lo primero que le viene a la cabeza es el tutú. Pero vienen aquí y se encuentran a 40 bailarines, entre los que hay veinte tíos zapateando con fuerza, y alucinan. Es algo muy impactante, muy enérgico y visceral. Los prejuicios vienen, yo creo, por los padres. Hay miedo a despertar la sensibilidad de los niños con cualquier expresión artística y más con la danza, sobre todo en el niño varón. ¡La danza es tan positiva! A nivel rítmico, a nivel espacial, para desinhibirse... Hay que concienciar a los padres".

Ballet Nacional de España | Robisco

Valorada dentro y fuera de España

A pesar de que muchos sectores se quejan de conseguir antes el éxito en el extranjero que en casa, Antonio Najarro niega que sea el caso de la danza. "Al Ballet Nacional se le valora muchísimo en el extranjero y en España, también. Llenamos teatros de ópera como el Liceo, el Teatro Real o La Maestranza. Nos ovacionan. Una de las cosas que más ilusión me hace es ver cómo el público se emociona viendo estilos que no son flamencos. En todos lo espectáculos, por supuesto hay flamenco, pero hay escuela bolera, folclore y danza estilizada. El público se vuelve loco".

No hay una concienciación real del producto que tenemos tan potente

Por eso, insiste, hay que lograr una mayor sensibilidad política: "No hay una concienciación real del producto que tenemos tan potente. Pero, en vez de quejarnos, nos hemos puesto manos a la obra. Si no se le está dando valor es por un profundo desconocimiento de la materia y de la repercusión real que tiene. Ojalá que si continuamos dando visibilidad al éxito de la danza, el político la tenga más en cuenta".

Ballet Nacional de España | Jesús Vallinas

Renovación de convenios

En estos ocho años que Najarro ha estado al frente de la compañía, ha vivido muchos momentos difíciles, como la huelga ejercida por los bailarines antes de un estreno. "Tengo que exigir el máximo a mis bailarines en unas condiciones laborales que, para mí, no son buenas. No dependen de la compañía, sino del INAEM. Hay que renovar los convenios, que están obsoletos. Hay que adecuar sus condiciones laborales a lo que realmente es un bailarín de élite, con sueldos más altos y una jubilación, que no existe como en otras grandes compañías nacionales. Hoy en día, cuando los bailarines exceden las horas extra, en vez de pagarlas con dinero se hace con tiempo libre y esto va en contra de la vida real de un bailarín, que tiene que estar a tope".

Espectáculo del Ballet Nacional de España

Antonio Najarro (Madrid, 1975) dejará la compañía el 1 de septiembre y Rubén Olmo (Sevilla, 1980) cogerá el testigo. "Es un gran trabajador. Es un artista polifacético que va a seguir dando cabida a todos los estilos de la danza española. Hay que ser fuerte para dirigir esta compañía pero tengo mucha confianza".

A pesar de que deje la compañía nacional, no le faltan proyectos en el horizonte. Para abrir boca, retomará su proyecto privado, la Compañía Antonio Najarro; está preparando un espectáculo de flamenco sobre hielo con el patinador Javier Fernández y creará los programas con los que el equipo nacional de Natación Sincronizada participará en los próximos Juegos Olímpicos.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario