Colabora

'Incluso la verdad': así se hizo el último gran disco de Joaquín Sabina

El libro, escrito por el cantautor y por Benjamín Prado, es la radiografía textual de un, qué paradoja, renacimiento envejecido.

Portada del libro | Planeta

Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) niega ser el Bob Dylan español. Y tiene razón: las letras del segundo son más complejas que las del primero, cuentan con más marañas, trampas y dobles sentidos, y poseen más misticismo, mitología, religiosidad. Sabina tiene el gran mérito de acercar al pueblo un tipo de canción que, siendo, en general, bastante digerible para el profano –cosa que no siempre ocurre con el genio de Duluth-, contiene grandes dosis de literatura. Ahí están, por ejemplo, piezas imbatibles como "Calle Melancolía", "Contigo" o "Y sin embargo". Quien diga que, desde un punto de vista literario, estas composiciones son iguales al "Despacito", que se lo haga mirar.

¿Que hay discos menores en la carrera de Sabina? Por supuesto. ¿Que, desde 19 días y 500 noches, el ubetense no ha vuelto a publicar trabajos a la altura? Compro la idea… relativamente: su último disco, Lo niego todo, si bien no aspira a conquistar la liga sabinera –en cuyos primeros puestos estarían Física y química, Yo, mi, me, contigo o el ya citado 19 días...-, sí que pelea por una plaza europea. Canciones como "Quien más, quien menos", "Postdata", "Lágrimas de mármol" o "Leningrado" lo justifican. Además, gracias a Leiva, es el álbum que mejor suena, y de lejos, de todos los que el cantautor ha publicado.

Sobre Lo niego todo trata el último libro que firman Benjamín Prado (Madrid, 1961) y el propio Sabina: Incluso la verdad (Planeta, 2017). "Tener este libro –escriben- es tener una copia de la llave de casa, un modo de verles la espalda a las canciones. Abre los ojos, va a ser igual que si hubieras estado allí". El voyeurismo es limitado, lleva impreso el sello oficial. Así, no espere el lector detalles truculentos, carnaza rosa o tecnicismos en exceso –ya sean poéticos, ya sean musicales-. No es un trabajo exhaustivo; sí un complemento dulce del disco.

Incluso la verdad destila compadreo, humanidad y profesionalidad extrema. Sabina y Prado son dos gladiadores que pelean juntos y a muerte por conseguir el mejor verso. El cantautor quería escribir canciones sobre el envejecimiento, sobre hacerse mayor. Por primera vez en muchos años, recuperó el nervio, la electricidad, las ganas de componer cosas nuevas sobre una materia de difícil digestión –salvo que seas Leonard Cohen-. La implicación de los dos autores es constante e intensa. Crean un tercer hombre que "suele impartir justicia y tomar decisiones salomónicas". Siguiendo un consejo de Alberti, se toman en broma a sí mismos; muy en serio a su obra. Hay versos que surgen en restaurantes, se renuevan en llamadas nocturnas, se revolucionan en duelos furiosos –y amistosos- por una palabra. "En el fondo, ¡qué hermoso! ¿No? ¡Estamos a punto de darnos de hostias por tres adjetivos!", dijo el jienense mientras escribían "Sin pena ni gloria".

Escribe Prado que "cualquier historia es mejor si tiene como protagonista a un fantasma". En Incluso la verdad rondan J. J. Cale, Cohen y, de un modo colateral, Manolo Tena. Su muerte alimentó la melodía de "Leningrado", quizá la pieza más oscura del álbum. Quien firma la melodía, Jaime Asúa –guitarrista de Sabina y exmiembro de Alarma-, eligió poner notas a esta letra de JS después de asistir al entierro del autor de "Frío".

En definitiva, Incluso la verdad es la radiografía textual de un, qué paradoja, renacimiento envejecido. El artista volvió a creerse a sí mismo, con la ayuda imprescindible de Prado y Leiva. Además, el libro está plagado de fotos, manuscritos y dibujos. Se lee con gusto, casi de un trago. Y, junto a Lo niego todo, contribuye a que la obra de Sabina sea una fortaleza cada vez más difícil de derribar por sus enemigos irracionales. Superviviente, sí, ¡maldita sea!

Prado, Benjamín y Sabina, Joaquín. Incluso la verdad. Planeta, 2017. ISBN-10: 8408172468. Páginas: 200.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario