"Good vibrations", una de las canciones más caras de la historia, cumple 50 años
En 1966 se dio a conocer una de las melodías más bellas de la historia de la música pop en las voces del quinteto californiano Beach Boys.
Fue en octubre de 1966 cuando se dio a conocer una de las melodías más bellas de la historia de la música pop, en las voces de un quinteto californiano que asociaba su repertorio a la práctica deportiva del surf. Se trata de "Good vibrations", cuya gestación tuvo un montón de problemas. Merecieron la pena, no obstante, al comprobar que, medio siglo después, cuando se revisan las canciones de aquella época, es una de las que el tiempo no ha borrado de la memoria de millones de oyentes. "Una sinfonía de bolsillo", la definió su autor, Brian Wilson.
Cuando lanzaron "Good vibrations" los Beach Boys eran las banda más popular de los Estados Unidos. Formada cinco años antes, en 1961 en la ciudad de Hawthorne. Eran tres hermanos (Brian, Carl y Dennis Wilson), junto a un primo (Mike Love) y un amigo (Al Jardine). Más adelante, el alma del grupo, Brian, sería reemplazado por Bruce Johnston, en la época en que se convirtió en un tipo irascible, a merced de las drogas. Pasaron también por el mítico grupo otros componentes, como Glenn Campbell, entre los más significativos.
Pero, vayamos con los años de gloria de los Beach Boys, mediados los 60, una década harto considerada como la más brillante, musicalmente, del pasado siglo. El rock, que tanta importancia tuvo en el decenio anterior entre la juventud, atravesaba una época inestable por los cambios constantes de la sociedad y los acontecimientos socio-políticos. La guerra de Vietnam acarreó, entre otras cosas, una protesta generalizada entre la población norteamericana. Los jóvenes manifestaban airadamente su oposición al conflicto y acabaron abrazando el pacifismo reuniéndose en comunas en San Francisco, proclamando el amor libre, envueltos entre nubes y sueños bajo los efectos de las drogas psicodélicas. "Haz el amor y no la guerra", decían al unísono. Ese movimiento dio paso a un proceso creativo de canciones inspiradas en tales sentimientos y proclamas.
Conscientes de esa problemática bélica y la respuesta de gran parte de las nuevas generaciones, los Beach Boys se afanaron en componer un repertorio afín, en cierto modo creemos que pionero, cuya influencia posterior fue evidente en conjuntos como Queen, Abba, Ramones y Elton John, que bebieron en las fuentes del quinteto norteamericano. Los Beach Boys rivalizaron en popularidad con Los Beatles, desarrollando un género denominado surf rock y también pop psicodélico.
Está datado el 17 de febrero de 1966 cuando Brian Wilson (queda dicho que el líder de la banda) se pasó horas y horas encerrado en los estudios Gold Star, en Los Ángeles, ante una mesa de mezclas, empecinado en improvisar unos arreglos para la nueva composición que había imaginado. En principio se iba a incluir en un álbum titulado Pet Sounds. La manera de trabajar del conjunto era ésta: unos músicos de estudio, grandes profesionales, grababan la música. Esa función meramente instrumental era algo que hacían muchos otros grupos. Y sobre la pista musical, luego llegaban en este caso los Beach Boys y colocaban sus armoniosas voces.
Apremiaban a Brian Wilson en concluir el mencionado elepé y éste llegó a la conclusión de que saldría al mercado, pero no con esa melodía que le rondaba por su cabeza insistentemente. Y así fue como "Good vibrations" se vio desgajada de Pet Sounds y no se incluyó en el álbum. Brian Wilson se salió con la suya, pero le costó muchas semanas de trabajo, pegando aquí y allá fragmentos de esa pieza que le traía por la calle de la amargura, añadiéndole notas de rhythm and blues, buscando originales armonías, hasta registrarla en una cinta analógica de ocho pistas. A la que, anecdóticamente, tituló en principio "Untitled".
La manera en la que los perros captan las vibraciones
Pero en su entorno ya se había divulgado que daría a conocerse como "Good vibrations". Y eso ¿por qué? Resulta curioso contar que Brian Wilson había basado la idea de su melodía en esta ocurrencia: la manera en la que los perros captan las vibraciones que desprendemos los seres humanos. Parece algo surrealista, extraño, disparatado argumento. Pero así fue realmente lo que llevó al responsable de los Beach Boys a crear su universal composición. El talento de Brian Wilson era evidente, pero su tozudez, el largo tiempo que invirtió en rematar su canción supuso a los productores del disco una elevada inversión para lo que entonces costaba un álbum entero, y estamos escribiendo sobre sólo una pieza: cincuenta mil dólares. Cifra entonces fuera de lo normal. Con razón se dice que "Good vibrations" resultó ser la canción más cara de la historia.
Por fin apareció en un disco single, de dos canciones para quienes ignoren ese término. La crítica fue entusiástica y a día de hoy se considera a "Good vibrations" como una de las mejores canciones de todos los tiempos. Brian Wilson era un genio, muy influenciado a la hora de componer por clásicos como Juan Sebastián Bach y un contemporáneo llamado George Gershwin.
Reencuentro en 2011
Pasaron los años, fallecidos Dennis y Carl Wilson y retirado Brian, la banda continuó con nuevos componentes, hasta su disolución, pero decidieron reencontrarse en 2011 para festejar el cincuenta aniversario del grupo, ocasión aprovechada en el lanzamiento del álbum That´s Why God made the Radio. Al menos en Estados Unidos el nombre de los Beach Boys no ha sido nunca olvidado. El caso es que el pasado año se estrenó una película, Love & Mercy que destapó cierto escándalo, relacionada con la vida de Brian Wilson. En ese docudrama se descubría que el padre de esta familia había explotado miserablemente a sus hijos, los ya citados Brian, Dennis y Carl. Era un médico frustrado, cuya esposa se había largado del hogar, y quien manejaba a su antojo las ganancias de sus descendientes. Por otra parte el carácter del primogénito, demasiado enérgico y abusando de su creatividad, causaba en sus dos hermanos menores una sensación de debilidad y depresión. Para acabar con ese talante autoritario de Brian, llamaron a un médico, el doctor Eugene Landy, terapeuta, que empezó a recetarle fármacos que lo convirtieron casi en un guiñapo. De no ser por la intervención de la esposa de Brian, Melinda Ledbetter, se hubiera convertido en un enfermo crónico. Ya de por sí en sus años de adicciones a las drogas fue apartado definitivamente de los Beach Boys, en cuyo éxito tanto había tenido que ver.
En el mundo del espectáculo hay por lo común luces y sombras y aquellos chicos bien peinados, vestidos deportivamente con elegantes cazadoras, que tan felices hicieron a sus generación con sus canciones, resulta que acarreaban un drama íntimo familiar. Mejor que los sigamos recordando con sus "Good vibrations".
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