Los años no parecen pasar para Barbra Streisand. Decimos esto no sólo porque ha conseguido poner alguno de sus discos en el número 1 estadounidense durante las últimas seis décadas (la primera vez fue en 1964, la última en 2014), sino también por su capacidad de convocatoria cada vez que anuncia algún proyecto.
De su nuevo disco, se conocen algunos detalles: llevará por título Encore: Movie Partners SInging Broadway, y su principal atractivo será escucharla junto a varias estrellas de Hollywood (una de ellas, Daisy Radler, la joven Rey de la última entrega de Star Wars), revisitando varios de los clásicos del teatro musical. 35 discos en 74 años, que dan testimonio del talento, tesón y éxito de la artista neoyorquina. Y el álbum no viene solo: desde su entorno se anuncia una pequeña gira de nueve fechas en las que los llenos están garantizados, para mayor gloria de una artista cuya catalogación no es sencilla, no en vano ha sido premiada con quince Grammys y dos Oscars, y sus labores van más allá de la interpretación (musical y escénica): productora, directora y escritora, Barbra ha coleccionado tantas facetas profesionales como rotundos éxitos en cada una de ellas. Huyendo de la definición de diva, la de Brooklyn siempre ha destacado por el férreo control de su obra en todos los aspectos: una obsesión que le ha ganado no pocos detractores, aunque siempre ha contado con una legión de admiradores y defensores innegable.
Ajena a los cánones de belleza establecidos en el cine, se colocó además como un icono de estilo e inspiración para artistas emergentes que contaban sólo con su perseverancia, y ha ido acumulando todo tipo de reconocimientos oficiales como defensora de los derechos fundamentales, además de figurar de forma activa a favor de la igualdad de género y la libertad de expresión sexual.
Filántropa y figura destacada en la lucha por el control creativo en Hollywood y Broadway, sus actos han contribuido a derribar las barreras que separaban a las mujeres de puestos importantes en las industrias del cine, el teatro y la música.
Su voz ha demostrado estar tan fuera de duda como sus interpretaciones, y sigue marcándose proyectos en el calendario, en las facetas de actriz, productora y directora. Y si bien su voz no ha perdido ninguna de sus características principales, sí que ha ido evolucionando con la edad hasta llegar a ese terreno en que la estrella modela su herramienta de trabajo para seguir fascinando en cada escenario.
La insistente defensa de su privacidad frente a los medios más inquisitivos la ha llevado a perseguir, demandar y exponer a aquellos que se meten demasiado en su vida, y siempre ha dejado claro que no es amiga de plegarse ante nadie, aunque ello la haya mantenido en una posición impopular en muchos círculos.
Lo cierto es que, a sus 74 años, Barbra Streisand es uno de los iconos más reconocidos del mundo del espectáculo, y sigue sumando homenajes, piropos y fans con cada paso que da en lo artístico: sólo falta esperar a comprobar el lugar que ocupará este nuevo disco en las listas… un asunto que, en el caso de Streisand, suele ir acompañado del número 1.