Siendo un hombre de carácter sencillo me consta que él mismo fomentó que le rindieran un par de homenajes, lo cual tiene su gracia… y su rendimiento. Estuve en los dos, uno en la década de los 70, en el madrileño Teatro Monumental, que le dejó una buena taquilla, que no puedo concretar. Sí lo recaudado en el segundo, en la Plaza Monumental de las Ventas, junio de 1994, donde obtuvo veinticuatro millones de pesetas, porque ninguna de las figuras cobró. Todavía dos meses antes de irse de este mundo, en el Palacio de Congresos de Madrid, un grupo de destacados jóvenes flamencos le tributó otro homenaje.
Y ahora también, a cinco meses de que se cumpla el centenario de su nacimiento, se ha anticipado su hijo Juan Antonio en recordarnos la efeméride con un disco en el que han participado una quincena de artistas de muy diversa condición. Cantando algunos de los éxitos del veterano cantaor y otros, rememorando piezas menos conocidas.
Acierto ha sido incluir un dueto entre el homenajeado y Joan Manuel Serrat con una canción de éste, "Romance de Curro el Palmo". Ya cantaron al alimón en aquel citado concierto de Las Ventas y me consta que Juanito Valderrama dejó grabada una cinta con composiciones del cantautor barcelonés. La tiene Juan, uno de los hijos de su primer matrimonio. Todavía inédita.
Y siguiendo con el disco que nos ocupa: a destacar la versión que José Mercé hace de la conocidísima zambra "Pena mora", de Quintero, León y Quiroga. Cuenta el cantaor jerezano que actuando en el tablao madrileño El Café de Chinitas, se enteró de la presencia de Valderrama entre el público, lo que lo puso nervioso y en guardia. Pasó éste a saludarlo y darle ánimos y ello tranquilizó a aquél.
Miguel Poveda se luce con un cante menos recordado, "Novia de un amigo mío". Muy personal es la versión que "De polizón" hace Antonio Carmona. Y Diana Navarro presta su bella voz para recordarnos una de las coplas más populares de Juanito, "Su primera comunión", que él escribió, con la música a ritmo de habanera de su guitarrista, Niño Ricardo.
Otra zambra aquí recogida, también de Q. L. y Q. es "Limón amargo", en la espléndida voz de Arcángel, otro de los nombres del mejor flamenco actual. Martirio descuella asimismo con "De Triana a México" en tanto el propio responsable del disco, el otro hijo varón de Valderrama habido en su matrimonio con Dolores Abril, le saca buen partido a "Mi María Jesús", otra zambra de Q, L y Q, que también puede sonar por bulerías, que es el caso.
Nos sorprende gratamente Manolo García con "Al compás de una guajira". En cambio, viniendo de corral ajeno, José Luis Perales sólo pone buena voluntad con el pasodoble "Madre hermosa", cuya letra es de Rafael de León, quien la escribió pensando en quien lo trajo al mundo. Comentaba esto el conquense: "Mi padre me reprochaba que lo mío no valía nada, que cantar bien era lo que hacía Juanito Valderrama".
Esforzado, Víctor Manuel deja patente que la copla no es lo suyo en "Ramito de mejorana", donde en un desigual dúo sale bien librada Ana Belén, a la que el género no le es ajeno si recordamos que en su adolescencia ya lo conocía en los concursos radiofónicos donde tomaba parte, anunciada como Pilarín Cuesta, su verdadero nombre.
El disco se completa con la participación de otros artistas, como Rocío Márquez y Pasión Vega, en tanto Estrella Morente pone broche de oro con "El emigrante", acompañada de todo el elenco reunido en este homenaje.
Profundo conocedor del cante hondo
Juanito Valderrama fue uno de los más grandes cantaores, conocedor profundo del cante jondo, como dejó patente en su larga carrera y en su Historia del cante flamenco, en cuatro álbumes en concreto, donde reunió ochenta cantes distintos: todo un tratado.
Nacido en Torredelcampo (Jaén) el 24 de mayo de 1916, dejó de trabajar en las tierras de su padre para enrolarse en la compañía de La Niña de la Puebla, a partir de 1931. Sus primeros discos datan de 1936. Un año después se casó con María Vega, con quien tuvo tres hijos. Rompió aquel matrimonio al conocer en 1954 a la cantaora Dolores Abril, dejando todo su patrimonio estimado en treinta millones de pesetas a su primera mujer.
Con Dolores tendría dos hijos, y tras lograr el divorcio de su todavía legítima esposa pudo casarse con ella en 1981. Y anunciado siempre como Juanito Valderrama estuvo en activo hasta pocas semanas antes de su muerte, acaecida el 12 de abril de 2004.